El presidente del Sindicato de Industrias de la Carne y Derivados del Estado de Santa Catarina (Sindicarne), José Antonio Ribas Júnior, ha destacado la importancia del estatus de área libre de fiebre aftosa sin vacunación, alcanzado hace exactamente 15 años por Santa Catarina.

El logro histórico para la agricultura y la ganadería brasileñas tuvo lugar en mayo de 2007, cuando la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), reunida en su asamblea general anual en París, reconoció a Santa Catarina como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación.

Los 15 años de esta victoria se celebraron esta semana con varios actos en la Asamblea Legislativa, en los que Sindicarne recibió una moción de reconocimiento por su contribución a la mejora de la cadena de producción de proteínas animales.

"Este logro, a ojos de hoy, puede parecer fácil y obvio, pero si retrocedemos en el tiempo y comprendemos el contexto de aquella época, veremos el valor y la audacia que fueron necesarios", señaló.

El dirigente enumeró los agentes que participaron en esta jornada, como el sector público (dirigentes políticos, Secretaría de Agricultura, CIDASC y Policía Militar), el sector privado (Sindicarne con las agroindustrias y las cooperativas) y los productores rurales "que entendieron la importancia y el compromiso con el desafío propuesto".

El protagonismo de Santa Catarina -el primer Estado brasileño en recibir la distinción- ha cambiado el nivel de la producción porcina y avícola en Brasil. La sociedad catarinense debe prestigiar un sector que, incluso en un Estado pequeño, bate récords de producción, lidera las exportaciones de carne de ave y de cerdo en Brasil y atiende los mercados de más de 150 países. Estos resultados hablan por sí mismos y son un testimonio de calidad y competencia.

El agronegocio -con la agroindustria como gran motor- representa entre el 30% y el 35% del PIB, creando riqueza y complementando así el otro 65% o 70% de la economía catarinense. El agro catarinense genera una actividad creciente, sosteniendo empleos, estimulando la producción y el consumo y fomentando las actividades económicas. "En otras palabras, somos la palanca de la economía, lo que hace que la afirmación de que el campo sobrevive sin las ciudades sea cada vez más asertiva, pero lo contrario no es cierto".

El presidente de Sindicarne señaló que en el mundo se habla de agro porque la alimentación ha adquirido la evidencia de la soberanía nacional en los países más desarrollados: la alimentación es una cuestión de seguridad nacional. En este contexto, Brasil, y especialmente Santa Catarina, asume un papel destacado. "Podemos ser protagonistas mundiales de la alimentación. Tenemos que potenciar nuestros puntos fuertes y nuestras competencias. Si el mundo quiere alimentos de alta calidad, de absoluta sanidad, sostenibles, competitivos, nosotros sabemos producir y producimos".

Para finalizar, Ribas Júnior llamó al gobierno, a las industrias, a los productores rurales, a los organismos de investigación y de control sanitario a proteger el patrimonio que representa el estatus sanitario del Estado. Y recomendó: Invertir en el agro y sus estructuras seguirá aportando un gran rendimiento a la sociedad.