A lo largo del mes de mayo, el índice de precios de la CArne de la FAO alcanzó los 122 puntos, lo que supuso 0,6 puntos más que en abril o lo que es lo mismo, un 0,5% más. Pese al freno en el incremento, sigue siendo un nuevo máximo histórico, impulsado por un fuerte aumento de los precios mundiales de la carne de aves, que compensó con creces el descenso de los valores de la carne de porcino y ovino.

En mayo, los precios de la carne de ave subieron, como reflejo de las continuas interrupciones de la cadena de suministro en Ucrania y de los recientes casos de gripe aviar, en medio de un aumento de la demanda en Europa y Oriente Medio.

Mientras tanto, los precios internacionales de la carne de vacuno se mantuvieron estables, ya que el aumento de los suministros de Brasil y Oceanía fue suficiente para satisfacer una demanda mundial persistentemente elevada.

Por el contrario, los precios mundiales de la carne de porcino cayeron por la elevada oferta para la exportación, especialmente en Europa, en medio de la escasa demanda interna y las expectativas de liberación de carne de porcino del régimen de ayudas al almacenamiento privado de la Comisión Europea.

Los precios internacionales de la carne de ovino también bajaron, reflejando el impacto de las fluctuaciones monetarias.