La industria cárnica argentina ha alertado de que los fuertes costos que viene asumiendo podrían terminar trasladándose al consumidor. Así lo publica el diario local argentino La Nación en su página web, dando el último trimestre de 2022 como fecha en la que podría producirse esta repercusión directa al consumidor.

Desde el citado medio recuerdan los datos publicados por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), que revelaban que la carne subió solo un 1,4% en junio último, por debajo de la inflación informada por el Indec, que se ubicó en el 5,3%. Este dato, añaden, no sorprendió a la industria cárnica, donde señalan que el motivo del estancamiento del precio obedece a que están absorbiendo los mayores costos de la actividad, desde los salarios al incremento del gasoil y la electricidad, aunque no lo podrán hacer mucho tiempo más.

Recoge además las reflexiones de Daniel Urcía, vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentina (Fifra), quien destacaba en un informe que “el segundo semestre del año empezó con una mayor incertidumbre económica", añadiendo que el hecho de que la carne no haya aumentado al mismo ritmo de la inflación de junio pasado pone en evidencia que “el problema es macroeconómico” y no puede ponerse en un producto en particular o en el precio del resto de los alimentos.