Jueves, 25 de abril de 2024
La Guardia Civil incauta 624 jamones y 4.000 kg de carne de caza no apta para el consumo
Dentro de la Operación Ibericor, la Guardia Civil ha incautado 624 jamones, 16 paletas así como 4.000 kg de carne de caza junto a otros productos cárnicos que vendían desde un secadero clandestino ubicado en la Sierra de Huelva. Las piezas tenían un etiquetado fraudulento que no garantizaba su trazabilidad.
Han sido investigadas 4 personas, relacionadas con 3 empresas, por cometer delitos contra la salud púlbica, falsedad documental y estafa. A otras cuatro empresas más se les ha levantado actas de denuncia por diferentes infracciones administrativas en el ámbito de la salud pública.
La investigación comenzó en febrero al detectarse un etiquetado fraudulento en piezas puestas a la venta en un minorista de Jabugo. Se localizó una primera partida de productos que fueron destruidos ya que estaban reetiquetados ilegalmente, induciendo a error a los consumidores.
La organización llevaba operando varios años y se dedicaban a vender piezas curadas de forma fraudulenta manipulando el etiquetado de origen de las piezas.
En otra finca de la localidad de Santa Olalla del Cala (Huelva), los agentes inmovilizaron 500 jamones en un secadero clandestino ubicado dentro de una nave que no contaba con las condiciones sanitarias necesarias ni tenía registro para poder operar como secadero.
En otra finca del Real de la Jara (Sevilla) se localizaron los 4.000 kg de carne de caza congelada y caducada.
Han sido investigadas 4 personas, relacionadas con 3 empresas, por cometer delitos contra la salud púlbica, falsedad documental y estafa. A otras cuatro empresas más se les ha levantado actas de denuncia por diferentes infracciones administrativas en el ámbito de la salud pública.
La investigación comenzó en febrero al detectarse un etiquetado fraudulento en piezas puestas a la venta en un minorista de Jabugo. Se localizó una primera partida de productos que fueron destruidos ya que estaban reetiquetados ilegalmente, induciendo a error a los consumidores.
La organización llevaba operando varios años y se dedicaban a vender piezas curadas de forma fraudulenta manipulando el etiquetado de origen de las piezas.
En otra finca de la localidad de Santa Olalla del Cala (Huelva), los agentes inmovilizaron 500 jamones en un secadero clandestino ubicado dentro de una nave que no contaba con las condiciones sanitarias necesarias ni tenía registro para poder operar como secadero.
En otra finca del Real de la Jara (Sevilla) se localizaron los 4.000 kg de carne de caza congelada y caducada.
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