Dos nuevas plantas de procesamiento de carne de cerdo han recibido la aprobación del USDA este verano para participar, como experiencia piloto de tiempo limitado, del Nuevo Sistema de Inspección Porcina (NSIS, por sus siglas en inglés), que permitirá a los establecimientos experimentar con diferentes ergonomías, automatizaciones y personal para desarrollar entornos de trabajo que garanticen tanto la seguridad de los alimentos como la de los trabajadores, al tiempo que aumentan la productividad, según recoge el portal especializado National Hog Farmer en su página web.

En concreto, Swift Pork Company, en Beardstown (Illinois), y Tyson Fresh Meats, en Madison (Nebraska), podrán operar con una velocidad de línea mayor durante un período máximo de un año, durante el cual recogerán datos que midan el impacto de la velocidad de la línea en los trabajadores.

El citado portal recuerda que en abril de 2021, el Tribunal de Distrito de Estados Unidos de Minnesota emitió una decisión en United Food and Commercial Workers Union, Local No. 663 v. U.S. Department of Agriculture que esencialmente desechó la eliminación de los límites de velocidad de la línea codificados en una regla de 2019 bajo la administración Trump porque el USDA no consideró adecuadamente los impactos del aumento de las velocidades de sacrificio en la seguridad de los trabajadores. Como resultado, todos los establecimientos NSIS están actualmente obligados a operar a velocidades de línea que no superan las 1.106 cabezas por hora.

En noviembre, el Servicio de Inspección de Seguridad Alimentaria, en colaboración con la Administración de Seguridad y Salud Laboral, anunció el desarrollo de un ensayo de duración limitada. Para participar, un establecimiento del NSIS debe aplicar las medidas de seguridad de los trabajadores incluidas en un acuerdo con el sindicato o comité de seguridad de los trabajadores que representa a sus empleados. 

Tres mataderos de cerdos han solicitado la conversión al sistema NSIS y nueve ya se han convertido.