Miguel Delibes escribió una novela titulada La hoja roja. Su protagonista, Don Eloy, estaba llegando al final de su vida y tal como hacían los fumadores cuando les aparecía una hoja roja en los librillos de papel que utilizaban para liar sus cigarrillos, hacía recuento de lo que quedaba por vivir y lo que podría hacer. Bien, pues siguiendo con esta metáfora, podemos pensar que durante este verano hemos llegado al momento en que el planeta nos ha enseñado su hoja roja: no aguantará mucho más si seguimos utilizando de esta forma los recursos naturales que tenemos disponibles.

Y es que la cantinela de la “pertinaz sequía”, que nos metía entre ceja y ceja el NODO hace ya décadas, sigue presente y sus efectos se dejan sentir con cosechas más bajas y una mayor dependencia de las importaciones, algo que lastra los beneficios por la subida de costes, porque la sequía no solo es española sino que se extiende por todo el mundo.
La actividad de la cadena cárnica, entendida desde el cultivo de los cereales hasta la puesta en los lineales de los productos que se envasan y comercializan, es una más de tantas que se ve amenazada seriamente por los problemas medioambientales que estamos atravesando y que, a falta de un giro inesperado de guión, nos va a obligar a cambiar.

Y no será porque no se estén realizando esfuerzos para evitarlo. En este mismo número de eurocarne tienen un resumen de las principales noticias de empresas que hemos publicado con motivo de una nueva edición de laguíacárnica. Durante el último año podemos decir que la principal inversión hecha por las empresas ha sido el logro de la autosuficiencia energética y para ello han llenado el tejado de sus instalaciones de placas solares o van a apostar por la cogeneración a través de los residuos de su actividad.

Son, sin duda, pasos hacia delante para tener una menor huella medioambiental que se suman a otras medidas ya implementadas como la reducción del plástico en envases o un mejor reaprovechamiento del agua utilizada, entre otras.

Pero no es algo que solo afecte a la industria cárnica: nos afecta a todos. De no concienciarnos, quizás acabemos siendo esa especie extraterrestre invasora de otro planeta que vemos en las películas, que solo busca recursos para poder mantener su ritmo de vida.