Josep Collado, secretario general de Fecic, muestra en una carta abierta cómo desde esta organización empresarial se lleva tiempo apostando por el biogás "como solución para garantizar la viabilidad energética, económica y de sostenibilidad de la cadena cárnica-ganadera".

Según Collado, la parada de seis plantas de tratamiento de purines en Cataluña ante el incremento del coste del gas ha conllevado que los ganaderos deban realizar el transporte de las deyecciones del ganado "con el sobrecoste que esto implica y que ronda entre el 20 y el 30%". Para el dirigente empresarial, todo esto "es el resultado inaceptable de un sistema, el español, que no aprovecha al máximo el potencial cárnico-ganadero intrínseco en materia de energía y que reside sobre todo en la zona de Cataluña y Aragón".

Ante esto, asegura que esta organización ya planteó hace tiempo qué puede aportar el sector cárnico-ganadero es su propia solución energética basada en que este mismo puede constituirse como fuente de biogás.

Pero con el cierre de las plantas de tratamiento, Collado asegura que "se pone de manifiesto una vez más la paradoja energética no solo de los purines, sino también la que afecta el sector. Proponemos, que también incide, más allá de limitar el precio del gas, apostar por el biogás que nosotros mismos podemos proveer y consumir". Por todo ello, Fecic apuesta por la economía circular que retroalimenta la viabilidad de una producción sostenible gracias al biogás.

Para Fecic hay otra paradoja en el hecho de que el crecimiento del sector porcino esté limitado por las deyecciones ganaderas y los efectos potencialmente contaminantes de sus vertidos. "Son precisamente estas deyecciones las que a partir de plantas de biogás nos permitirían ser más competitivos al obtener una fuente energética de menor coste que el precio del gas en la actualidad. Es decir, eliminamos una barrera al crecimiento sectorial, a la vez que obtenemos una ventaja competitiva", asegura Collado.

Buscando ejemplificar esto, el dirigente gremial asegura que en Europa hay 18.000 instalaciones para el tratamiento de purines y "estamos convencidos de que la solución en nuestro país también tiene desarrollo potencial".

España cuenta con 200 plantas y "una estructura energética que no refleja nuestra consolidada trayectoria en materia de exportación porcina, por ejemplo. Tenemos el biogás a nuestro alcance, de nosotros depende darle gas", finaliza Collado.