"No puede haber fronteras para la comida en el mundo, cuando hay mucha gente que pasa hambre". Fue una de las conclusiones de Ricardo Santin, director ejecutivo de ABPA, en el encuentro organizado en el día de ayer por la Embajada de Brasil y la propia Asociación Brasileña de Proteína Animal con autoridades, empresarios y asociaciones de España convocada bajo el lema de Brasil y España: sostenibilidad avícola y producción integrada.

De esta manera y en un ambiente distendido, el propio embajador de Brasil en España, Orlando Leite Ribeiro, hizo las veces de cicerone para introducir la presentación, recordando que Brasil es el tercer productor mundial, tras Estados Unidos y China, destacando los números históricos del año pasado. El año pasado, como muestra de las relaciones entre los dos países, España le compró 18.807 toneladas, un 3% más que el año anterior, según los datos facilitados por la Embajada.

Metidos en materia, fue el propio Ricardo Santin, como director de la ABPA, quien se dirigió a los presentes para destacar las cualidades de la producción avícola brasileña, poniendo el foco en factores como los recursos naturales de los que dispone el país, la producción integrada, la inversión en tecnología realizada y el estatus sanitario.

En este sentido, Santin recordó que Brasil se encuentra libre, como reconocen los máximos organismos sanitarios mundiales, de la pandemia que se vive en buena parte del mundo de gripe aviar y recordó la importancia de mantener a las aves sanas, como garantía de abastecimiento de alimentos a la población. 

En cuanto a la sostenibilidad, Santin presumió de los recursos naturales de su país y señaló por ejemplo cómo el 80% de la producción de grano se realiza en la zona sur del país, a más de 2.000 kilómetros de la Amazonia.

Aseguró además, con datos en la mano de una institución británica, que la carne de Brasil llega a los lineales imprimiento una menor huella de carbono que la propia del Reino Unido, siendo "mucho más sostenible gracias a sus condiciones naturales" e insistió en el esfuerzo inversor que se traduce, por ejemplo, en el desarollo de la energía fotovoltaica en zona productoras. 

En definitiva, un encuentro en el que desde la ABPA se quiso establecer lazos de unión entre los sectores avícolas de ambos países, insistiendo en la fortaleza de la industria brasileña "una de las más avanzadas, a la altura de las mejores del mundo, como la española, la alemana, la francesa, la china...", en palabras de Ricardo Santin.

En la actualidad, Brasil exporta el 32% de su producción a 160 países gracias a un sistema productivo que involucra a 4,1 millones de trabajadores.