La historia de Salumificio San Michele comienza hace más de 40 años en San Michele Tiorre, cerca de la ciudad de Parma. Aquí, en el corazón del Food Valley de Italia, la empresa sigue teniendo su sede, pero su emplazamiento original se ha ampliado con el paso de los años a otras dos plantas de producción y logística en Langhirano y Offanengo. Además del jamón, San Michele procesa y comercializa una amplia gama de embutidos como bresaola, culatello, panceta, jamón cocido, mortadela, salami, tocino y muchos otros. “

En nuestra empresa están integradas todas las etapas del procesamiento y la producción de jamón. Producimos alrededor de 800.000 jamones al año, cubriendo la demanda tanto del mercado nacional como del internacional, como Canadá, Japón, Estados Unidos, Rusia y Argentina. Desde 2020, a pesar de las restricciones por la pandemia, también hemos logrado entrar en los mercados de México y Uruguay”, afirma la directora administrativa Caterina Cremonesi.

ERP como eje principal de datos para las tres plantas
Con la implantación del software ERP de CSB-System en 2014 comenzó una nueva etapa de la empresa – una etapa de digitalización. Porque el ERP ha permitido por primera vez una gestión completa de las tres sociedades sin necesidad de transferir información de un lugar a otro.

Con módulos específicos del sector cárnico, el software proporciona un flujo de información efectivo desde compras, pasando por almacenes, producción, trazabilidad, EDI para el intercambio de datos con el comercio, picking, contabilidad financiera y ventas, incluida la marcación de precios. Esta comunicación fluida beneficia a todos los actores: mientras que la dirección toma decisiones basadas en datos en tiempo real, los empleados realizan todos los procesos de forma eficiente y sin necesidad de duplicar el registro de los datos. Y el consumidor se alegra de la trazabilidad transparente de productos y procesos.

La base para ello es un registro de datos consecuente en tiempo real en los CSB-Racks. Los PCs industriales montados en la pared están conectados a básculas, escáneres, máquinas de pesaje y etiquetadoras de precios, con el fin de gestionar mediante el software la entrada de mercancías, la salida de la producción, el pesaje y la marcación de precios, así como la gestión de pedidos con etiquetado en el momento del envío.

En el próximo número de eurocarne, continuaremos conociendo detalles de los cambios y beneficios de la implantación del software de CBS tuvo en este caso de éxito.