La Comisión Europea ha publicado su último informe sobre las perspectivas de los sectores agrícolas y ganaderos, cuya resiliencia se ha puesto a prueba en los últimos dos años. Además de las interrupciones comerciales y el aumento de los precios de las materias primas causados ​​por la recuperación posterior a la COVID-19, la invasión rusa de Ucrania llevó a precios aún más altos de insumos y energía.Como resultado, la inflación de los alimentos se disparó y el comercio se vio aún más perturbado. Además, el cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos adversos y extremos más frecuentes y brotes de enfermedades animales.

A la luz de estas perturbaciones, combinadas con cambios en las tendencias de consumo, el análisis presentado en el informe de perspectivas prevé una desaceleración en el crecimiento de la producción de los principales sectores agrícolas y ganaderos de la UE. En el conjunto dado de supuestos considerados, se espera que la producción de carne disminuiría.

Productos de carne
El informe detalla que la sostenibilidad desempeñará un papel cada vez más destacado en los mercados cárnicos de la UE. La producción de carne será más eficiente y más respetuosa con el medio ambiente, con sistemas de producción orgánicos y extensivos en aumento. A pesar de estos desarrollos, se espera que el consumo de carne en la UE disminuya (-1,5 kg per cápita por año), con la carne de vacuno particularmente afectada y la carne de cerdo sustituida en parte por aves de corral. Este último sector es en realidad el único que se expande en términos de producción y consumo. Esto se deriva de una imagen más saludable de las aves en comparación con otras carnes, una mayor comodidad para preparar, la ausencia de restricciones religiosas en cuanto a su consumo y su precio relativamente más barato.

Se prevé que el rebaño total de vacas de la UE disminuya en 2,8 millones de cabezas (9,1 %), con situaciones variables en los países de la UE. Después del alto nivel de 2022, se espera que el precio de la carne de vacuno vuelva a bajar debido a una oferta y una demanda más equilibradas. En cuanto a la carne de cerdo, se prevé que la producción de la UE disminuya un 1 % anual en 2022-32, lo que corresponde a 2,2 millones de toneladas durante todo el período.

El cambio a una dieta basada en plantas podría conducir a una creciente importancia de las alternativas proteicas a la carne, pero se supone que aún representan solo una participación de mercado muy pequeña.

Metidos de lleno en el informe, éste recoge que se prevé que el consumo mundial de carne siga creciendo. A gran parte de la demanda se cubrirá con la producción nacional, pero 1,8 millones de toneladas de carne de ave y 1,3 millones de toneladas de carne de vacuno procederán de un aumento de las importaciones de carne de vacuno. La UE sólo se beneficiará de forma limitada
de carne de ave.

En cuanto a la producción de carne, esta será más eficiente y más respetuosa con el medio ambiente. La propagación de enfermedades animales y y la apertura del mercado mediante acuerdos de libre comercio serán importantes factores de cambio, aunque con efectos opuestos. En la preocupación de los consumidores por el medio ambiente y su salud, así como las tendencias de conveniencia, determinarán el consumo de carne, lo que llevará a un ligero descenso hasta los 66 kg per cápita en 2032 (-1,5 %).

La cesta de la carne
También se espera que cambie la composición de la cesta de la carne, con una reducción más significativa de la carne de vacuno y una sustitución de la carne de cerdo por la de aves de corral.

Como consecuencia de la disminución de la cabaña bovina de la UE (-9,1 %), también se prevé un descenso de la producción de carne de vacuno. Las oportunidades de exportación de carne
pueden mejorar a medio plazo, pero se verán contrarrestadas por un descenso de las exportaciones de animales vivos debido al aumento de la competencia y a la preocupación por el bienestar de los animales en el transporte de larga distancia. Las importaciones de carne de vacuno de la UE aumentarán lentamente hasta alcanzar los niveles anteriores al COVID. Se espera que los precios
bajen y se estabilicen en 4000 EUR/t en 2032.

El consumo de carne de porcino en la UE disminuirá un 0,4% anual (o -1,3 kg per cápita) de aquí a 2032, por motivos sanitarios, medioambientales y sociales, según el documento de la Comisión Europea. Asimismo, se prevé que la capacidad de producción de China se recupere antes de lo previsto, lo que impactará en las exportaciones de la UE a Asia. Estos dos factores, junto con
efectos duraderos de la peste porcina africana, provocarán una reducción del 1 % en la producción de carne de porcino de la UE. Los precios deberían bajar hasta 2025, cuando deberían estabilizarse en torno a 1500 EUR/t.

Se espera que la producción y el consumo de aves de corral en la UE siga creciendo un 0,2% anual, un crecimiento más lento que en la década anterior debido a las restricciones y preocupaciones medioambientales, así como a los cambios en el consumo (menos carne). Las exportaciones también se recuperarán un 0,8% anual, gracias al aumento de la demanda en el África subsahariana, Filipinas y el Reino Unido. Se espera que el precio de la carne de ave disminuya y se estabilice en torno a 2000 EUR/t en 2032, por encima de los niveles anteriores a COVID.

Por último, se prevé que la producción de carne de ovino y caprino de la UE aumente ligeramente en un 0,2% anual. Se prevé que el consumo se mantenga estable en 1,3 kg per cápita en 2032. Las exportaciones de animales vivos debido principalmente a los riesgos financieros y a la preocupación por el bienestara de los animales, que pueden tener un impacto en previsión de posibles cambios normativos. Se espera que las exportaciones de carne se recuperen gracias a la consolidación del comercio con socios de Oriente Próximo y Oriente Medio. Las exportaciones al Reino Unido, que representan la mitad de las exportaciones de carne de la UE, se mantendrán estables.