El consejero delegado de Danish Crown, Jais Valeur, ha hecho una valoración sobre cómo prevé su empresa que se va a comportar 2023. Según manifiesta, los meses de noviembre y diciembre supusieron un incremento en la demanda de carne de cerdo, pero "la crisis que ha azotado a Europa a raíz de la guerra de Ucrania ha provocado que los consumidores compren menos o más barato. Aquí, en el nuevo año, lo vemos en prácticamente todos los productos de nuestro negocio, y ha puesto al mercado bajo presión", Valeur.

A todo esto Valeur suma la caída en las exportaciones a mercados estratégicos como el de China u otros mercados fuera de la UE que, según sus estimaciones, han bajado en 138.000 t, un 16% menos que en 2021. Frente a esto, la venta de animales vivos ha seguido a buen ritmo.

La combinación de aumentos de precios para la energía en particular y tasas de interés más altas ha llevado a un cambio de paradigma en el mercado. Muchos mataderos están bajo presión sobre el capital de trabajo, y esto hace que todos duden en almacenar productos en cámaras frigoríficas y equilibrar el mercado, aunque todo apunta a aumentos de precios en solo 2-3 meses. Por lo tanto, ha habido una intensa competencia por los pedidos desde el Año Nuevo.

"Aunque hay cotizaciones altas tanto en España como en Francia y Alemania, ahora mismo nos encontramos con precios agresivos en el mercado. La batalla por los pedidos es más evidente en el comercio de jamones a Italia. Está claro que tanto los mataderos alemanes como los españoles tienen productos que no pueden vender a través de sus canales habituales de venta, y esto ha provocado que el precio de los jamones frescos caiga más de un 10% desde Año Nuevo", afirma Jais Valeur

La producción de cerdos ha disminuido en la UE, y se espera que la disminución sea de entre un cuatro y un cinco por ciento en general para 2022. Las disminuciones más grandes e históricamente grandes se observan en Polonia, Alemania, Gran Bretaña y Dinamarca. Se espera que la caída de la producción en cifras redondas esté a la par con la disminución de las exportaciones fuera de la UE. Por tanto, el gran reto es que, según análisis internos, el consumo de carne de cerdo en Europa ha caído entre un tres y un cuatro por ciento.

La inflación ha afectado los costos de producción a lo largo de la cadena de valor, pero principalmente para los ganaderos de porcino. Por tanto, también se espera que la producción caiga en 2023. Una caída de entre el 2 y el 4% en la UE creará un equilibrio entre la oferta y la demanda. Por lo tanto, todos en el mercado están debatiendo dónde se cruzarán las curvas de oferta y demanda. Se espera que se produzca un cambio durante la primavera, pero es muy difícil de predecir porque el consumo de carne de cerdo será finalmente determinante.

"No podemos escapar al hecho de que nuestra cotización, junto con la holandesa, se encuentra entre las más bajas de la UE, y aún no estamos en un lugar en el que nos atrevamos a decir con certeza que hemos tocado fondo del mercado. Nuestra competitividad, por lo tanto, sigue siendo desafiada. Esto se debe principalmente al hecho de que no tenemos suficientes exportaciones a los atractivos mercados de alto precio. Es poco probable que cambie en los próximos meses y, por lo tanto, a corto plazo, estamos enfocados en elevar la cotización a un nivel en el que vuelva a haber equilibrio en la economía mediante la producción de cerdos, y esperamos lograr ese objetivo durante la primavera", dice Valeur.

El único punto positivo en este momento son las exportaciones estables al Reino Unido, y eso no parece que vaya a cambiar porque la producción local ha caído de manera significativa, señala el responsable de Danis Crown.