Varios ministros de Agricultura y eurodiputados de los principales grupos políticos del Parlamento Europeo han abogado por un enfoque europeo compartido de la sostenibilidad. Esta definición común de un modelo sostenible de producción y consumo de carne debería, según ellos, reflejar la contribución de la ganadería a la biodiversidad y a la economía local.
 
El acto titulado "Ganado, carne y Green Deal: ¿qué visión para la UE?", organizado por INTERBEV, la asociación francesa del comercio de ganado y carne, reunió a profesionales de la ganadería (representantes de la industria, veterinarios), expertos científicos e internacionales (grupos de reflexión, investigadores universitarios, representante de la FAO) y responsables políticos europeos: Ministros de Agricultura, parlamentarios, representantes de la Comisión Europea. 
 
Como recordó Jean-François Guihard, Presidente de Interbev, en su introducción a la conferencia: "No es la transición ecológica lo que asusta a los representantes de los sectores bovino, ovino, equino y caprino. Lo que deploramos es la falta de una visión clara, la incoherencia de las decisiones y las políticas públicas, y los mandatos a veces contradictorios que empañan nuestras perspectivas de futuro. Queremos definir colectivamente cuáles son los sistemas sostenibles de producción y consumo de carne que queremos preservar en la Unión Europea.
 
Para Pascal Canfin, presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo: "Para que esta transición sea un éxito, es absolutamente necesario despolarizar el tema, alejarse de la ideología, ver las cosas de la manera más pragmática posible... El sistema actual hace recaer la carga sobre el agricultor, el actor que probablemente tiene menos capacidad para cambiar las cosas por sí mismo, hay que tener en cuenta toda la cadena de valor".
 
Marc Fesneau, ministro francés de Agricultura y Soberanía Alimentaria, opina que "es un error decir que todo iría mejor si no hubiera más ganadería. Hay que relativizar el papel de la ganadería con su utilidad: tanto para alimentar a la población, como para descarbonizar la fertilización de los suelos gracias a los insumos naturales, mantener la biodiversidad y luchar contra los incendios forestales. 
 
Irena Šinko, ministra eslovena de Agricultura, Silvicultura y Alimentación, subrayó que "necesitamos garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo, adaptarnos al cambio climático y a los cambios en los estilos de vida".
 
Norbert Totsching, ministro federal austriaco de Agricultura, Silvicultura, Regiones y Gestión del Agua, insiste en la necesidad de concebir la transformación de nuestros sistemas alimentarios como "un proceso que no debe plantearse de manera unilateralmente ecológica, sino más bien ecosocial: económicamente viable, ecológicamente factible y socialmente equilibrado".
  
La cuestión de la coherencia entre las políticas comerciales y medioambientales de la UE centró los debates, con una preocupación compartida a todos los niveles: ¿cómo preservar el sector ganadero europeo si los criterios de sostenibilidad no se aplican de forma similar a los productos importados?
 
Los participantes coincidieron en destacar los numerosos beneficios medioambientales del modelo ganadero de praderas (almacenamiento de carbono, preservación de la biodiversidad, etc.). Según ellos, estos son los indicadores que la Unión Europea debería promover en materia de ganadería sostenible.

Lanzan un llamamiento conjunto para acordar una definición de sostenibilidad, condición sine qua non para proteger y hacer avanzar la ganadería en Europa.