El sacrificio porcino en Alemania se vio reducido en 11,3 millones de animales, según Destatis, tras acumular una reducción del 9,2% en 2022. Esto supuso una bajada de 4,77 millones de animales para este último año en el que se sacrificaron 47,1 millones. Esta es la cifra más baja desde el año 2004.

La explicación para todo esto es el abandono de la actividad de muchos de los granjeros de porcino alemanes con la posterior bajada del censo ante la falta de demanda por el cierre de la exportación a muchos de los principales destinos.

Así, en 2022 el censo se ha reducido en un 9,6% hasta los 45,87 millones de animales y creció el número de animales importados para sacrificio, un 6,5%, hasta los 1,23 millones de animales.

El peso medio al sacrificio fue de 600 gr menos, unos 95,2 kg, que en 2022, ayudando aún más a la reducción de la producción.

Merced a todo esto, la producción de carne de cerdo cayó 485.200 t o un 9,8 % en comparación con 2021 hasta poco menos de 4,49 millones de t. Este fue también el nivel más bajo desde 2004.

Las existencias de cerdos que han estado cayendo durante mucho tiempo, las menores importaciones de lechones, los costos operativos fuertemente aumentados, la caída de la demanda de carne de cerdo, la disminución de las exportaciones a terceros países, los problemas la renovación generacional en las granjas, así como el aumento de los requisitos y la falta de seguridad en la planificación a través de la política son factores clave en la disminución de la producción porcina.

Esto se sintió en todos los estados federales el año pasado. Con 16,10 millones de animales, la mayoría de los cerdos se sacrificaron en el estado de Renania del Norte-Westfalia; en comparación con el año anterior, esta fue una caída por debajo del promedio del 5,7%. Le sigue Baja Sajonia con 15,06 millones de cerdos sacrificados, lo que corresponde a una disminución del 10,8%.