La producción de carne en los mataderos de la Unión Europea cayó notablemente el año pasado. Como puede verse en los datos preliminares de la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat), el número de cerdos sacrificados en particular disminuyó. Los altos costes de alimentación, las pérdidas económicas para los productores y la reducción del número de cabezas de ganado han reducido el número de animales destinados al sacrificio en la mayoría de los Estados miembro.

Según Eurostat, en 2022 se engancharon 12,7 millones de cerdos menos en los mataderos; los mayores descensos se registraron en Alemania, Bélgica y Rumanía.

La producción total de carne de cerdo en la Comunidad cayó unos buenos 1,3 millones de toneladas, o un 5,7%, a 22,1 millones de toneladas, la más baja desde 2014.

Solo en países productores muy pequeños como Letonia, Grecia y Luxemburgo aumentó la producción de carne de cerdo en comparación con el año anterior.