Eduardo Pérez, presidente de Asincar, junto con Juan Díaz gerente de la organización, han mantenido un encuentro con la presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), María Calvo, en la que le han mostrado las dificultades que atraviesan las industrias cárnicas asturianas ante los incrementos de costes.

Los reducidos márgenes de la industria cárnica asturiana se están viendo afectados por una "tormenta perfecta", según Asincar, "que estrangula a nuestras empresas con una mezcla de presión descontrolada por el alza de los costes y el bloqueo en la aplicación de estos incrementos de costes al siguiente eslabón de la cadena".

En Asturias el tejido empresarial cárnico está conformado por 100 micropymes y pymes dedicadas a la fabricación de productos cárnicos frescos, crudo-curados y curados. Estas empresas dan empleo a unas 1.500 personas y tienen un volumen de negocio que supera los 100 millones de facturación.

El elevado coste de las materias primas, en particular el cerdo, unido a otros factores como el precio de la energía y la invasión de Ucrania está poniendo en serios aprietos a muchas empresas del sector. Por el lado de los costes, desde principios de 2022 hasta la actualidad ha habido un incremento aproximado del precio del cerdo de un 90 % a lo que hay que sumar subidas del 200% y el 300% en los costes de los suministros de energía, subidas del 20% al 25% en los servicios logísticos y subidas en la práctica totalidad del resto de insumos.

Además, en el sector cárnico los salarios están pactados con una revalorización vinculada a la evolución del IPC, con lo que la tabla salarial que se paga a los trabajadores se incrementa este año en un 8,95%.