La Comisión Europea ha publicado un informe que es el resultado de un proyecto para recopilar información sobre posibles riesgos de fraude por las autoridades de los Estados miembros y métodos de control para detectar prácticas fraudulentas y engañosas en la cadena agroalimentaria.

Se espera que este informe sea utilizado por las autoridades de los Estados miembros a cargo de los controles oficiales, ya que recopila ejemplos de buenas prácticas y desafíos para la implementación de controles relacionados con el fraude.

El documento se elaboró ​​a través de una serie de estudios piloto y de investigación de ocho Estados miembros entre 2020 y 2022. Presenta desafíos, oportunidades y ejemplos de buenas prácticas en relación con la implementación del artículo 9, apartado 2, del Reglamento (UE) 2017/625.

Las autoridades competentes de los Estados miembros están obligadas no solo a detectar las infracciones de las normas que rigen la cadena agroalimentaria, sino también a identificar posibles infracciones intencionadas de dichas normas, perpetradas mediante prácticas fraudulentas o engañosas por parte de los operadores con el fin de obtener una ventaja indebida.

En 2019 se estimó que, a nivel mundial, el fraude alimentario podría tener un impacto de 30.000 millones de euros al año.

Pueden acceder a la guía de la CE en el siguiente enlace.