De acuerdo con los datos del Good Food Institute (GFI), a lo largo de 2023 se comercializó un 3% menos de análogos cárnicos en cantidad en EE.UU, mientras que el valor de las ventas creció en un 2% hasta los 2.200 millones de dólares.

La compra a través de los canales tradicionales de distribución sumó 1.370 millones de dólares, un 1% menos. Frente a esto, las ventas a través del canal foodservice crecieron en un 7,8% hasta los 730 millones de dólares. El crecimiento es destacable pero menor que el 18,1% que alcanzó en 2021 o el 15,5% de 2020.

Si que creció la venta a través de comercio electrónico hasta sumar 59 millones de dólares.

Las distorsiones de la pandemia seguidas de precios más altos vinculados al entorno inflacionario (los productos subieron un 8% de media) podrían estar detrás de las fluctuaciones, pero la investigación de GFI también sugirió que los consumidores están buscando alternativas más allá de las hamburguesas sin carne. 

Un estudio realizado por la asociación comercial Food Marketing Institute (FMI) con sede en EE. UU., citado por GFI en su informe, identificó el sabor como clave cuando se trata de consumidores que desean probar alternativas a la carne o los lácteos o aquellos que regresan a la categoría.

Para aquellos que no habían probado estos productos antes, el 51% se desanimó por el sabor de los productos sin carne y el 49% por los lácteos de origen vegetal. En términos de tasas de repetición, las cifras fueron del 46% al 50%.

"No cumplió con las expectativas", fue otro factor que influyó en el 35% de las personas que no regresaron a la carne de origen vegetal. La textura de los productos también echó para atrás al 26% y otro factor fue el hecho de tuviera muchos ingredientes, que hizo que el 6% dejara de comprar estos productos.