La industria de los productos análogos cárnicos basados en proteínas vegetales entra en una nueva fase en la que deberá ajustar sus previsiones, tras el estancamiento sufrido en el último año. Es una de las conclusiones del último informe publicado por Rabobank, en el que recoge la evolución de este sector y avanza algunas de las tendencias.

Así, desde Rabobank señalan que el el mercado de alternativas a la carne de origen vegetal (PBMA, por sus siglas en inglés) está aceptando una perspectiva de crecimiento más realista. Los fabricantes europeos de alternativas cárnicas y los minoristas de alimentación están racionalizando tanto su capacidad de producción como su oferta al consumidor. Sin embargo, matizan, esto no significa que debamos descartar la categoría, pero sí que habrá que hacer reajustes en esta nueva fase.

Y es que las expectativas de crecimiento de las alternativas cárnicas han sido muy optimistas en los últimos años, sin tener en cuenta que cambiar el comportamiento de los consumidores con respecto a los alimentos y las bebidas lleva décadas, no años, y eso cuando los productos cumplen las expectativas de los consumidores en cuanto a sabor, precio y salubridad. Todo lo cual no se puede decir realmente de la actual generación de alternativas a la carne de origen vegetal, señala el informe.

Ese optimismo se frenó en seco el año pasado. En los últimos 18 meses, las alternativas cárnicas vegetales han experimentado en toda Europa un serio retroceso en términos de crecimiento de volumen y percepción del consumidor. 

Comportamiento en el mercado
Así, el informe de Rabobank recoge que las ventas minoristas en dólares estadounidenses de alternativas a la carne de origen vegetal en los EE. UU. cayeron un 9 % en el primer trimestre de 2023, luego de un 2022 ya mediocre con caídas de volumen de alrededor del 6 %.

La situación en Europa es menos dramática, pero aquí también las alternativas a la carne están perdiendo terreno. Aunque los aumentos de precios al consumidor en las alternativas a la carne fueron considerablemente más bajos que los de los productos cárnicos, lo que hace que las alternativas a la carne sean relativamente más baratas en comparación, los volúmenes en mercados importantes como el Reino Unido, Alemania y los Países Bajos no se han beneficiado e incluso experimentaron una disminución el año pasado  Estas caídas han generado dudas sobre los pronósticos optimistas que preveían que la categoría de PBMA capturaría una participación de mercado considerable del mercado mundial de proteína animal de más de USD 1,5 billones en 10-20 años. Las expectativas de que la categoría se expandiría de los nichos veganos y vegetarianos a la adopción generalizada fueron promovidas por nuevos actores del sector con una gran financiación, publicidad atractiva, rumores constantes en los medios y respaldo de celebridades.

Estas previsiones han caído en picado: la inflación está pasando factura a los bolsillos de los consumidores, que también cuestionan cada vez más las ventajas nutricionales de las alternativas a la carne.

Con todo, Rabobank concluye que las condiciones actuales del mercado deben verse como una llamada de atención para revaluar las previsiones y estrategias. Cambiar el comportamiento del consumidor requiere tiempo y mucho esfuerzo. Imitar puramente la carne para atraer a los flexitarianos a las alternativas a la carne no ha tenido en cuenta muchos otros requisitos de los consumidores, ni en lo más mínimo.

"En principio, la 'tarea' para los productores de PBMA no ha cambiado: ofrecer a los consumidores productos sabrosos, hechos con ingredientes 'limpios', que sean convenientes, flexibles para usar en diferentes recetas, a un precio razonable y que tengan el beneficio adicional de ser buenos para el planeta y los animales. Esto requerirá inversiones en innovación, nuevos productos, ingredientes y procesos de fabricación. Y tomará tiempo y dinero. No todos los jugadores de PBMA tendrán este tiempo, y mucho menos el dinero. Va a ser un viaje lleno de baches", concluye Rabobank.