En 2022 el Grupo Alimentario Vall Companys logró superar los 3.000 millones de euros (3.010), incrementando sus ventas en un 31% sobre 2021. Los principales motivos de este gran crecimiento residen en la inflación y en las adquisiciones realizadas el pasado año.

La firma reconoce que su margen comercial ha caído hasta el 3,6% debido al incremento de costes tanto energético como de materias primas para alimentación animal, reduciéndoe respecto a 2021. Esto ha provocado que el resultado neto del grupo, compuesto por 45 empresas en todo el país, fuera de 110 millones de euros.

En las cuentas de 2022 se incluye la compra de Grupo Sada, cerrada en 2022, pero no la de Embutidos Rodríguez ya que la operación se cerró a comienzos de este año 2023.

En cuanto a áreas de negocio, la división avícola ha experimentado un volumen de negocio estable, centrado sobre todo en el mercado español, y el sector porcino sigue siendo un sector con vocación exportadora. Los principales mercados internacionales en este área son China, Corea, Japón y Europa Central.

De la facturación total del Grupo, el 65% corresponde a los ingresos nacionales y 35% al negocio internacional.

Inversiones por 96.5 millones de euros centradas en mejoras de instalaciones, eficiencia y sostenibilidad
En 2022, el grupo apostó por el fomento del autoconsumo energético con la inversión de un total de 15 millones de euros en sus centros productivos de España, potenciando las renovables a través de la energía solar fotovoltaica. Alcanzó una potencia solar instalada de 16.730 kWp. Para el presente 2023, se espera alcanzar una potencia solar instalada de 33.600 kWp. 

Además, con el objetivo de dar continuidad a la apuesta de eficiencia en el negocio, se han realizado inversiones en maquinaria y ampliación y renovación de plantas en 2022, por valor de 81,5 millones.