Un trabajo publicado recientemente en la revista Food Control se ha centrado en analizar las características demográficas, de trabajo y de formación de los veterinarios oficiales encargados de la inspección en materia de seguridad alimentaria dentro de las industrias elaboradoras.

El objetivo de este estudio fue caracterizar a los veterinarios oficiales (VO) en términos de demografía y empleo e identificar las necesidades de educación y formación continua a través de una encuesta.

Se diseñó un cuestionario anónimo con 32 preguntas, se tradujo a 17 idiomas diferentes y se difundió online en 33 países de toda Europa. Se recibieron respuestas de 1.786 veterinarios oficiales de 32 nacionalidades que trabajan en 29 países. La edad promedio de los encuestados fue de 49 años, el 54% eran hombres y su experiencia promedio como vetereinario oficial fue de 15 años.

Una minoría del 16% tenía un máster en Ciencias y el 10% un doctorado en Filosofía, mientras que el 36% poseía un diploma de especialización nacional y el 4% uno europeo. El 32% de los encuestados informó que la experiencia profesional como veterinario era un requisito para ingresar a la carrera de veterinario oficial, con diferentes requisitos de capacitación entre países. En cuanto a la educación continua, la última actividad formativa fue reportada con mayor frecuencia dentro del último año, las sesiones prácticas presenciales y las conferencias directas fueron los métodos más mencionados por los encuestados. La nueva legislación de la UE sobre controles oficiales fue el tema más mencionado en actividades de formación pasadas y futuras.

Se informó un alto grado de satisfacción general con su empleo, pero, aun así, el 15% de los encuestados estaban insatisfechos. No todos los encuestados confiaban en los resultados de la inspección visual de la carne o en la disponibilidad de recursos para la inspección de la carne basada en riesgos.

Los datos obtenidos de esta encuesta permitieron la primera caracterización de los veterinarios oficiales en toda Europa. Los veterinarios oficiales son un grupo profesional altamente calificado, y se detectaron diferencias relacionadas con el país y probablemente con la edad en los requisitos de formación y experiencia previa para ingresar a la carrera de veterinarios oficiales.

La edad media de este grupo profesional es bastante elevada y debería ser motivo de preocupación para las autoridades competentes o los órganos delegados. Los requisitos legales sobre controles oficiales, que enfatizan el papel de los veterinarios oficiales como gestores de riesgos, apuntan a la necesidad de mantener y reforzar este grupo profesional con nuevos elementos de formación.

Los veterinarios oficiales realizan una amplia diversidad de tareas en varios tipos de establecimientos, desde la sanidad animal hasta la inspección de la carne, desde el control de la industria alimentaria hasta la certificación, desde los comedores hasta los restaurantes y supermercados, tratando con los productores de animales, operadores de empresas alimentarias y consumidores.

Esta amplitud de tareas debe considerarse cuidadosamente al planificar la formación específica y la educación continua. Se identificaron las sesiones prácticas presenciales como la metodología preferida para la formación. Actualmente, los veterinarios oficiales normalmente no actúan como formadores habituales, pero su experiencia y conocimientos podrían aprovecharse más en futuras formaciones prácticas in situ.

En lo que respecta a cuestiones específicas sobre la modernización de la inspección de la carne, los veterinarios oficiales no se sienten totalmente seguros de poder apoyar la inspección de carne basada en el riesgo (RBMI por sus siglas en inglés) con los recursos actualmente disponibles, cuestión que deberían abordar las autoridades competentes.

En consecuencia, los temas considerados de interés en la formación futura fueron la inspección de la carne basada en el riesgo, los sistemas de garantía de inocuidad de la carne (MSAS), la inofrmación de la cadena alimentaria e indicadores epidemiológicos armonizados (HEI) así como los peligros químicos.

La formación en estos campos podría beneficiarse de una mayor colaboración entre las universidades y las entidades responsables de la educación continua, como las autoridades competentes y la CE. Los encuestados solicitaron el desarrollo de una plataforma on line que podría suponer una contribución esencial al intercambio de experiencias y materiales de formación.

El artículo completo puede encontrarse en el siguiente enlace.