El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, valoró la gran capacidad de adaptación y resiliencia que ha tenido el conjunto de la cadena alimentaria ante las actuales dificultades derivadas de la guerra en Ucrania y por los efectos de la sequía. Ha apuntado que esta situación todavía pesa sobre la disponibilidad de la oferta y el precio de algunos productos agrarios, en un contexto de moderación de los precios de los inputs y de los alimentos en los mercados internacionales.
  
En su intervención en la inauguración del III Foro del Retail y el Gran Consumo, que reúne a distribuidores y fabricantes para debatir sobre asuntos como la sostenibilidad en la industria agroalimentaria, la competitividad y el papel de las nuevas tecnologías en el consumo, Fernando Miranda realizó un repaso de los factores internos y externos que influyen en el precio de los principales inputs y productos agrarios, con especial incidencia en sectores como el aceite de oliva, los cereales, las frutas y hortalizas, el arroz y el azúcar.
 
Igualmente, se ha referido al comportamiento de la inflación de los alimentos que, de acuerdo con los datos del mes de agosto, pese a ser una cifra todavía elevada, del 10,5 %, se encuentra por debajo de la media comunitaria. Precisamente, ha señalado el secretario general, los datos del panel del consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación muestran como el consumo en los hogares desciende desde marzo de 2022, estabilizándose en los meses de junio y julio, con un crecimiento de las marcas de distribución. Por el contrario, en el sector de la restauración se constata un robusto incremento del consumo, en buena medida debido al bueno comportamiento del turismo.
 
Por otro lado, el secretario general ha señalado las principales actuaciones que lleva a cabo el ministerio para contribuir al impulso del sector agroalimentario. En este sentido, ha recordado que gracias a la modificación de la ley de la cadena se han introducido mejoras sustanciales en las relaciones comerciales, como la prohibición de prácticas comerciales consideradas desleales o la obligación de realizar contratos.
 
Asimismo, el secretario general ha recordado la puesta en marcha el registro de contratos, así como la publicación trimestral de sanciones por la AICA. A este último respecto, en relación con la actividad inspectora de este organismo, ha señalado que se han realizado 543 inspecciones en lo que va de año hasta el 31 de agosto.
 
En lo que se refiere a la sostenibilidad de la cadena alimentaria, el secretario general se ha referido a la propuesta de reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre envases y residuos de envases, haciendo referencia al normativa española aprobada en diciembre de 2022, que prevé una excepción para las frutas y hortalizas presentadas en lotes de menos de 1,5 kg que el Ministerio está desarrollando en colaboración con el sector, para promover la posibilidad de diferenciación y la competitividad.
 
Igualmente se ha referido a la necesidad de reducir el desperdicio alimentario, que en España supone 1,2 millones de toneladas al año, indicando el compromiso del Ministerio para contabilizar el desperdicio y contribuir a su reducción con las campañas de información que lleva a cabo. También se ha referido a la Ley del Desperdicio que quedó pendiente de su tramitación en el Senado tras la convocatoria electoral, que ha supuesto un ejemplo de colaboración entre el sector, Gobierno y legisladores.
 
El secretario general ha señalado que el incremento de los precios de los alimentos ha provocado una reducción de las compras de productos de gran consumo, según refleja el panel de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. No obstante, los datos de junio y julio de este año muestran una cierta estabilización del volumen de compras, similares a los de 2022, aunque con precios más elevados.
 
En este contexto, Miranda ha asegurado que el crecimiento de la marca de distribuidor es una constante en los últimos meses y ha destacado el esfuerzo de fabricantes y distribuidores por reducir sus márgenes, mediante estrategias de búsqueda de eficiencias.