El control sobre la presencia de patógenos en alimentos resulta esencial en el sector agroalimentario dado el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas que esto supone para la salud humana, además de su impacto económico. Aunque actualmente el sector dispone de técnicas analíticas fiables, es necesario esperar entre 24 y 48h en algunos casos, para obtener resultados y tomar decisiones frente a determinados escenarios. En este sentido, es notorio que la industria alimentaria requiere de ensayos más rápidos para poder establecer alertas tempranas frente a situaciones críticas y cortar la cadena de transmisión antes de que el producto contaminado llegue al consumidor.

Por todo ello, Itene está trabajando en el desarrollo de herramientas analíticas que, mediante sistemas basados en biosensores, permitirán detectar bacterias patogénicas de E. coli, Salmonella spp., y Listeria monocytogenes en matrices alimentarias de forma automatizada y rápida, con una reducción de tiempos respecto a otros métodos convencionales. Para ello está desarrollando el proyecto Ecosalis, buscando mejorar la seguridad de personas, procesos y productos y también se investigarán sistemas para caracterizar sílice cristalina en determinados espacios industriales. 

Biosensores para la industria alimentaria 
Para incrementar los controles sobre la seguridad dentro del sector alimentario sin aumentar costes, el jefe del proyecto Ecosalis, Alejandro Hernández, ha explicado que “se desarrollarán y validarán herramientas analíticas rápidas, seguras y de bajo coste, capaces de suplir los requerimientos analíticos del sector e integrarse en el sistema de calidad de las empresas de forma sencilla”. 

Para ello, se seleccionarán biorreceptores y se utilizarán sustratos flexibles y tintas aditivadas para la detección selectiva de los patógenos de interés y se trabajará en el formato de ensayo y su optimización. Posteriormente, se establecerán los criterios necesarios para diseñar y fabricar los cartuchos microfluídicos, pequeños laboratorios en miniatura que permitirán automatizar el proceso de análisis.  

Finalmente, se diseñará y desarrollará un equipo prototipo capaz de alojar los cartuchos microfluídicos y automatizar todo el proceso de medida, desde la detección, hasta la lectura e interpretación de los datos. De este modo, los desarrollos llevados a cabo por ITENE serán capaces de proporcionar respuestas fiables en menos de 6 horas. 

El investigador ha destacado que “los resultados de esta línea de trabajo tendrán un impacto directo en el sector de la industria y seguridad alimentaria, ya que permitirán establecer alertas tempranas frente a situaciones críticas, acelerando de forma significativa la toma de decisiones”.