Kide, cooperativa integrada dentro de la Corporación Mondragón, ha concentrado toda su producción en su planta de Berriatua, en unas instalaciones que han sido ampliadas recientemente en más de 2.800 metros cuadrados y que fueron inauguradas el pasado mes de mayo.

De esta forma la compañía ha lograd concentrar toda su actividad productiva en esta plant y ha puesto en marcha un proceso de digitalización del sistema interno y del proceso de producción que concluirá en 2025. Una inversión total de 7 millones de euros para hacer frente a los retos del futuro.

La cooperativa incrementó un 20% sus cifras de facturación en 2022 y prevé facturar en 2023 cerca de 40 millones de euros. España, Europa y América del Sur son los principales mercados.

Kide siempre se ha caracterizado por su servicio de calidad, por su cercanía y por su rapidez de respuesta. Para Mario López, director general de la empresa, esas deberán seguir siendo las señas de identidad, y los principales valores diferenciales de la empresa. Precisamente en esta estrategia de estar tan cerca del cliente y de entender sus necesidades se han ejecutado las últimas operaciones de calado: la instalación de los sistemas de frío y las cámaras frigoríficas del aeropuerto de Orly (París), los cerramientos y cámaras frigoríficas de un disruptivo proyecto agroalimentario en Gipuzkoa o la instalación de las cámaras frigoríficas en uno de los estadios de fútbol más representativos en Madrid.

Basado en las necesidades del mercado y de sus clientes, Kide ha dado un importante salto en cuanto al desarrollo de nuevos productos y ampliaciones de gama. Como resultado, en 2023 se ha logrado multiplicar por dos la oferta comercial. 

La compañía también está en plena adaptación de sus gamas de producto para hacerlas más sostenibles. Muestra de ello son nuevas líneas como el sistema Waterloop, la ampliación de gama en equipos A2L y R-290 o las enfriadoras de glicol.