El Centro Tecnológico Agroalimentario Asincar continúa con la celebración del XIII Ciclo de Jornadas Técnicas de la Industria Agroalimentaria. 

El objetivo de este ciclo de jornadas es abordar temas y cuestiones que son de importancia para las empresas agroalimentarias asturianas y que pueden serles de utilidad a la hora de abordar nuevas oportunidades de negocio y a hacer más rentables sus procesos de producción. 

La segunda jornada de este ciclo se celebró la semana pasada en las instalaciones de Asincar de Noreña (Polígono La Barreda, TL4. Parcela 1) y se centró en el tema 'Nuevas herramientas para el control de Listeria y Salmonella, mejora de vida útil'.

En la jornada intervino Natalia Prado, coordinadora de Microbiología y Biotecnología de Asincar. Durante su intervención destacó que la seguridad alimentaria y el incremento de la vida útil “sigue siendo una preocupación de los operadores alimentarios. Si bien es cierto que los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria basados fundamentalmente en el APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico) permiten que dispongamos cada vez de alimentos más seguros, alcanzar el riesgo cero sigue siendo un reto”.

También resaltó que la biotecnología “es una herramienta que permite emplear el uso de los microorganismos o sus metabolitos, entre otras cosas, para mejorar la seguridad alimentaria y la vida útil. Estrategias como la Bioconservación permiten el uso del potencial de los microorganismos como bioconservantes para evitar el uso de conservantes de síntesis química dentro de la estrategia clean label.

Otro de los usos de la biotecnología son los estudios de Challenge test o ensayos de desafío que proporcionan información sobre el crecimiento, supervivencia o inactivación de microorganismos en alimentos contaminados intencionadamente para evaluar su comportamiento.  Por último, teniendo en cuenta que los microorganismos desempeñan un papel decisivo en la fabricación de productos fermentados, éstos pueden ser seleccionados para el desarrollo de cultivos iniciadores. Los cultivos iniciadores influyen de manera beneficiosa sobre los procesos tecnológicos de fermentación, inhibiendo incluso el desarrollo de microbiota alterante o potencialmente patógena”.