Los ganaderos de porcino de las Islas Baleares, agrupados en la organización Pinem, aseguran que el precio de la "porcelleta mallorquina", una especie de lechona que se asa y sirve tradicionalmente en las fiestas navideñas, se va a encarecer en un 20% este año, unos 14 euros.

Son 36 los granjeros agrupados en esta organización y su presidente, Antoni Mestre, asegura que  “han sido años duros donde se han cerrado granjas”. Además, año tras año se constata el nulo interés en el relevo generacional poniendo en un serio aprieto la producción local y la continuidad de las explotaciones. Así lo han comunicado en el marco de la asamblea anual y donde participó el presidente de la patronal mallorquina, Jordi Mora y el gerente, Marcos Cañabate.

En el encuentro han pedido al Govern balear que pague los servicios de los veterinarios de granja en el marco de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria. Los ganaderos aseguran que son pocas las explotaciones ganaderas en el archipiélago balear que pueden hacer frente a este coste por lo que se hace "urgente buscar la mejor fórmula para cubrir los gastos de este servicio obligatorio e imprescindible para el control los animales de la explotación".

Respecto a la disponibilidad de mataderos para la venta y sacrificio de sus animales, piden que haya más mataderos ya que los dos actuales son pocos y según Mestre “antes prácticamente cada pueblo tenía su matadero y sin ser extrapolable a la realidad de hoy en día ayuda a entender la importancia de estas instalaciones para muchos sectores, no sólo el porcino”.

Otra de las peticiones de los ganaderos es que se diferencie la producción cárnica local para poner en valor su calidad y no pasar por lechona mallorquina lechonas importadas de la península. “Hay que valorar lo que tenemos y pagar lo que vale, nuestro producto es de mucha calidad y el consumidor lo debe poder identificar de manera clara y transparente y después decidir si quiere pagar lo que vale”.