El secreto mejor guardado de la excepcionalidad de su sabor está íntimamente ligado a la provincia de Teruel. Tal y como lo explica Ricardo Mosteo, presidente de la Denominación de Origen Protegida Jamón de Teruel: “La gente de esta provincia y evidentemente los que trabajan en el día a día de nuestro jamón de Teruel, son nuestro hecho diferencial”.

El territorio está vinculado de forma indisoluble al Jamón de Teruel D.O.P. Desde las zonas bajas: Matarraña y Bajo Aragón, lugares históricos con una marcada tradición alrededor del cerdo, hasta las sierras de Albarracín, Gúdar, Javalambre y Jiloca. El hecho de que los secaderos estén a 800 metros de altitud como mínimo, hace que el viento seco, puro y helado sea clave para que este jamón de capa blanca sea de una calidad excepcional.

La campaña “Marcado a frío”, financiada por la Unión Europea, pone el énfasis en los procesos y en la climatología característica de la provincia de Teruel que permite utilizar menos sal. Desde la selección genética del cerdo: cruce entre el cerdo Duroc (padre) y el de Landrace- Large White (madre) y la siembra y selección del grano para su posterior alimentación, a un exhaustivo control sanitario tanto en granja como en matadero para obtener una materia prima que ya, desde el origen, está avalada por la calidad.

Es precisamente este control genético desde el origen lo que da como resultado una carne muy sabrosa, tierna y con una extraordinaria jugosidad que es consecuencia de una exquisita grasa entreverada. Financiada con fondos de la U. E., pone en valor el sello de calidad y todo el potencial de este producto.

Destacando y dando a conocer aspectos claves como el territorio y el clima seco y frío de Teruel como elemento clave en la creación de un jamón singular y sostenible.

Gracias a estos fondos, la D.O.P. Jamón de Teruel pretende reforzar aún más su presencia en el mercado nacional y posicionarse en la mente del consumidor como una opción preferente. En definitiva, un jamón fuera de serie donde el secreto está marcado a frío.