La Fundación Mediterránea, a través del Instituto sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IREAL) ha elaborado un estudio analizando la marcha de las exportaciones de carne de vacuno argentina a lo largo de 2023 y comparándolas con la media del periodo 2002-2022.

Las exportaciones totales del complejo bovino fueron en octubre de 53.600 t, un 4,7% menos respecto al mes de septiembre y un 15% menos que en octubre de 2022. Merced a la buena marcha de los primeros meses de 2023, en el conjunto del año, la cantidad exportada está un 4% por encima de 2022 (635.700 t).

Pese a lo anterior, el valor de lo exportado se está reduciendo ya que el precio medio de la tonelada de carne de vacuno argentina exportada ha bajado en un 30% sobre los datos de 2022 y está un 28% por debajo del precio medio de los últimos 5 años, siendo uno de los más bajos de los últimos 20 años.

En el estudio se estima que de mantenerse precios y volúmenes relativamente estabilizados hasta el cierre del año (noviembre – diciembre), el valor generado en la exportación de productos del complejo bovino podría ubicarse en torno a los 2.750 millones de dólares en 2023, un 28% menos que en 2022 y la cifra más baja de los últimos 4 años.

China sigue siendo, y por amplísimo margen, el principal mercado destino de los productos argentinos del complejo bovino. La irrupción del gigante asiático  ha permitido un aumento sin precedentes de los volúmenes exportados, y también ha generado un cambio estructural en la composición de productos enviados, viéndose favorecidos aquellos de menor valor y más comoditizados, caso de las carnes congeladas de calidad media y baja, y los huesos.

Cuando se analiza la evolución reciente de las exportaciones (últimos 5 años), se observa que el crecimiento observado responde en gran medida al rubro “huesos y carne congelada con hueso”, particularmente a las mayores ventas de huesos propiamente dichos, un subproducto de la faena que comenzó a ser demandado (y valorado) por el mercado asiático. Por su parte, los envíos de productos de mayor valor (cortes deshuesados, enfriados y congelados) se muestran más estabilizados en el período. Las estadísticas muestran que entre el 2019 y el 2023 (10 meses de cada año) los volúmenes exportados totales del complejo crecieron al 4,3% promedio anual, los de carne deshuesada lo hicieron al +0,7% anual, los de menudencias se contrajeron al 2% y los envíos de huesos y carne congelada con hueso, los que hicieron la diferencia,avanzaron al 72% anual.

Respecto al escenario futuro de corto plazo (cierre del año, primeros meses del 2024), el flujo de ventas estará condicionado por la demanda de China, tanto volúmenes de consumo e importaciones, como disposición a pagar; la evolución del ciclo ganadero (muy posible reversión) y el flujo de animales que se envíen a faena; el escenario macroeconómico y de política económica, el nivel del tipo de cambio real y las condiciones para los exportadores que perfilará el nuevo gobierno (cumplimiento o no de promesa de eliminación de los derechos de exportación y de eliminación de restricciones sobre los envíos de ciertos cortes); el impacto sobre los consumos locales de un proceso de corrección macroeconómica y fiscal, que puede combinar precios relativos más altos para todos los productos de exportación con caída de ingresos en segmentos de población de ingresos fijos (asalariados, jubilados, etc.).