El Seprona de la Comandancia de Salamanca lleva realizando investigaciones desde el pasado mes de marzo en torno a la existencia de una empresa que comercializaba productos del cerdo ibérico fuera de la Norma de Calidad que rige para estos productos. Ante esto, pusieron en marcha la operación Saldryhouse descubriendo que la firma compró y transportó 150 cerdos desde la localidad de Fuente Obejuna en Córdoba hasta una ganadería de San Pedro del Valle en Salamanca.

Allí se les quitaban los crotales que ya tenían y se les colocaba otros reidentificándolos con otros procedentes de una explotación ganadera de Villar de Gallinazo que sí cumplían con la Norma del Ibérico. Las dos fincas salmantinas eran de la misma empresa.

De las investigaciones se conocieron las actuaciones de un grupo conformado por dos ganaderías y una firma de transporte que manipulaban la identificación de los cerdos y su documentación para que fueran aptos para la Norma del Ibérico. Se encontró también la participación de una firma certificadora que expedía los documentos necesarios para el fraude y acreditaba los animales como ibéricos, según Norma, para que pudieran ir a matadero.

Tras toda la investigación, se han intervenido 300 jamones, 300 paletas y 300 cañas de lomo, depositadas actualmente en un matadero de Guijuelo, que estarían valorados en unos 40.000 euros tras ser certificados como ibéricos.

Por todo lo anterior se detuvo a los dos gerentes de las firmas ganaderas, la de Fuente Obejuna y la de Salamanca, y se investigan a otras siete personas como supuestos autores de delitos de estafa, falsificación documental y organización criminal.