La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de diciembre fue del 3,1%, una décima menor que la registrada el mes anterior.

Los grupos que destacaron por su influencia en la disminución de la tasa anual fueron especialmente los de alimentos y bebidas no alcohólicas, con una tasa del 7,3%. Esta evolución se debió, en su mayor parte, según el INE, a que los precios de la leche, huevos y queso, el pan y cereales y la carne subieron menos que en diciembre del año 2022, y que los precios de las legumbres y hortalizas bajaron, frente al aumento en 2022.

En el caso específico de la carne, la categoría que más vio incrementada su precio fue la de carne de cerdo que creció un 12,3% seguida por la de ovino y caprino con un 9,7%. Otra que creció, aunque a un menor ritmo, fue la de vacuno que vio incrementado su precio en un 4,1% mientras que la de aves, la de mayor demanda, creció solo un 2% en precio.

En cuanto a los elaborados cárnicos, la mayoría de ellos hechos con carne de cerdo, vieron un incremento del 7,1% en su precio par los de la categoría de "carne seca, salada o ahumada" (jamones y embutidos fundamentalmente) mientras que los de otros preparados de carne vieron incrementado su precio en un 4,6%.