El agravamiento de las deficiencias infraestructurales y logísticas de Santa Catarina está provocando una fuga de inversiones de las agroindustrias. Este hecho debe generar una señal de alerta para el Gobierno, en opinión del presidente del Sindicato de Industrias de Carnes y Productos Cárnicos del Estado de Santa Catarina (Sindicarne), José Antonio Ribas Júnior.

Al evaluar el año que acaba de terminar y formular previsiones para 2024 en el contexto de las agroindustrias de proteína animal, el dirigente expresó preocupación por el deterioro de las infraestructuras: “Hemos llegado a un punto en el que las inversiones ya no permanecerán en Santa Catarina. Ya no es una cuestión de tendencia, de hacer cuentas correctamente y darse cuenta de que no tiene sentido invertir aquí por el costo logístico futuro y la pérdida de competitividad frente a otros estados, como Mato Grosso do Sul, Paraná, Mato Grosso, que están haciendo inversiones mucho mayores en logística que nos permitirán tener una condición mucho más favorable”.

La preocupación del Sindicarne y del empresariado es que las deficiencias logísticas están afectando la competitividad del agronegocio catarinense, especialmente en lo que respecta a las condiciones de carreteras, puertos, aeropuertos y ferrocarriles. “Vemos un futuro que, como mucho, llevará a Santa Catarina a mantener el tamaño que tiene y ya no ver crecimiento de producción, porque no puede tener más competitividad que sea atractiva para nuevas inversiones”.

Ribas advierte que las deficiencias de infraestructuras deben abordarse con un importante plan de inversiones para evitar la fuga de las agroindustrias. “La logística incide directamente en el precio que paga el consumidor final. Es importante que la gente sepa esto. Las malas carreteras, el tráfico de larga distancia con vehículos de carga, la falta de infraestructura aeroportuaria y la prácticamente inexistencia de ferrocarriles en Brasil aumentan el costo de los productos y la productividad de las empresas”.

El dirigente empresarial defiende un plan de Estado con un horizonte de 50 años "para cambiar el juego del desarrollo nacional y mejorar la competitividad en el mercado exterior y, así, bajar los precios en el mercado interior". Recuerde que el agronegocio de Santa Catarina exige la construcción de vías férreas desde hace más de 30 años. Uno, conectando el oeste de SC con el centro-oeste brasileño para la búsqueda de maíz; otro, que conecta el oeste de Carolina del Sur con la costa de Santa Catarina para el acceso a los puertos.

Se ha demostrado que el modo ferroviario tiene costes más bajos que el modo carretera, cuando la ruta tiene una distancia superior a 350 kilómetros. Para la producción de proteínas, Santa Catarina trae insumos (5 millones de toneladas/año de maíz y soja) desde Mato Grosso o Mato Grosso do Sul por carretera, en una operación de ida y vuelta de más de 2.000 kilómetros. El mismo desafío radica en el flujo de producción desde el oeste de Santa Catarina hacia los puertos del estado. "Esto es contraproducente porque los costes aumentan, por lo que los dos ferrocarriles reclamados solucionarían este cuello de botella".

Para apoyar y agilizar la campaña, ocho entidades empresariales crearon el Movimiento Pro-Ferrovias – Sindicarne/Acav, Faesc, Fiesc, Ocesc, Acic, ABPA, Centro Empresarial y Facisc – acogido por el Gobierno del Estado. El ferrocarril es una solución, porque el transporte por carretera de larga distancia se está volviendo inviable. Además, en los últimos 10 años la expedición media de nuevas licencias para conductores profesionales de mercancías ha caído un 22% y la edad media de estos profesionales ha aumentado hasta los 53 años.