Viernes, 17 de mayo de 2024
- Internacional
Culture Viande apoya las movilizaciones de los ganaderos franceses y pide medidas para evitar el incremento de precios injustificado
Culture Viande apoya las movilizaciones de los ganaderos franceses y pide medidas para evitar el incremento de precios injustificado
Las empresas cárnicas francesas de Culture
Viande apoyan las manifestaciones de
agricultores y ganaderos que se
están produciendo en el continente europeo ya que consideran que
"la sobrerregulación, la inflación normativa, las cargas
administrativas, las distorsiones de la competencia con terceros
países como nuestros socios de la UE, la estigmatización permanente
de nuestro ganado y nuestra carne, cada día los entendemos mejor,
en nuestras empresas los experimentamos".
Las primeras consecuencias de estos obstáculos pasan, en su opinión, por la descapitalización histórica de nuestra ganadería, aumento de las importaciones, disminución de nuestra soberanía alimentaria, desencanto con las profesiones agrícolas, etc.
"Sin cría, el futuro de nuestras profesiones cárnicas y, más allá, de todo nuestro sector está en gran peligro. Por tanto, las autoridades públicas deben responder a las demandas legítimas de la agricultura francesa", aseguran.
Para apoyar la ganadería piden la simplificación, reducción y adaptación de normas, limitaciones administrativas y proyectos regulatorios totalmente desconectados de las realidades económicas y que pesan sobre las empresas cárnicas.
"Nuestras empresas ya no pueden soportar una inflación normativa galopante y sistemas regulatorios totalmente inadecuados que ponen en peligro nuestra competitividad", apuntan.
Añaden además amenazas a futuro como el nuevo etiquetado ambiental que se quiere imponer y está basado en un indicador inadecuado para nuestras profesiones, que favorece la importación de carnes y plantas sin posibilidad de mejora para nuestro sector. También hacen referencia a las nuevas normas para los envases reciclados con objetivos intermedios en 2025, "simplemente insostenibles desde el punto de vista de la disponibilidad de los materiales solicitados y sin asegurar los circuitos de reciclaje".
Otro de los problemas es el plan de restricción hídrica sin beneficiarse al mismo tiempo de las condiciones necesarias en materia de reutilización de aguas residuales, como ya lo hacen otros países de la UE. Además de todo esto se suma una nueva directiva sobre la deforestación que impone declaraciones sobre el origen de los piensos sin excluir la carne de producción francesa o la nueva normativa sobre transporte de animales.
Las empresas cárnicas francesas también se han enfrentado a un aumento de los costes energéticos multiplicado por 3 sin poder beneficiarse de las ayudas gubernamentales debido a la aplicación de coeficientes inadecuados para sus empresas.
Por último, subrayan que la esencial preservación de los ingresos de los ganaderos no es compatible con la incesante guerra de precios librada por las grandes marcas minoristas o incluso con las operaciones de venta de carne a bajo precio que Cultura Viande fue la única en denunciar al principio de 2024.
Por todo ello Yves Fantou, pide que “respetemos el verdadero precio de la carne, el trabajo y los ingresos de cada eslabón de nuestro sector, es la única manera de asegurar nuestra soberanía alimentaria”
Las primeras consecuencias de estos obstáculos pasan, en su opinión, por la descapitalización histórica de nuestra ganadería, aumento de las importaciones, disminución de nuestra soberanía alimentaria, desencanto con las profesiones agrícolas, etc.
"Sin cría, el futuro de nuestras profesiones cárnicas y, más allá, de todo nuestro sector está en gran peligro. Por tanto, las autoridades públicas deben responder a las demandas legítimas de la agricultura francesa", aseguran.
Para apoyar la ganadería piden la simplificación, reducción y adaptación de normas, limitaciones administrativas y proyectos regulatorios totalmente desconectados de las realidades económicas y que pesan sobre las empresas cárnicas.
"Nuestras empresas ya no pueden soportar una inflación normativa galopante y sistemas regulatorios totalmente inadecuados que ponen en peligro nuestra competitividad", apuntan.
Añaden además amenazas a futuro como el nuevo etiquetado ambiental que se quiere imponer y está basado en un indicador inadecuado para nuestras profesiones, que favorece la importación de carnes y plantas sin posibilidad de mejora para nuestro sector. También hacen referencia a las nuevas normas para los envases reciclados con objetivos intermedios en 2025, "simplemente insostenibles desde el punto de vista de la disponibilidad de los materiales solicitados y sin asegurar los circuitos de reciclaje".
Otro de los problemas es el plan de restricción hídrica sin beneficiarse al mismo tiempo de las condiciones necesarias en materia de reutilización de aguas residuales, como ya lo hacen otros países de la UE. Además de todo esto se suma una nueva directiva sobre la deforestación que impone declaraciones sobre el origen de los piensos sin excluir la carne de producción francesa o la nueva normativa sobre transporte de animales.
Las empresas cárnicas francesas también se han enfrentado a un aumento de los costes energéticos multiplicado por 3 sin poder beneficiarse de las ayudas gubernamentales debido a la aplicación de coeficientes inadecuados para sus empresas.
Por último, subrayan que la esencial preservación de los ingresos de los ganaderos no es compatible con la incesante guerra de precios librada por las grandes marcas minoristas o incluso con las operaciones de venta de carne a bajo precio que Cultura Viande fue la única en denunciar al principio de 2024.
Por todo ello Yves Fantou, pide que “respetemos el verdadero precio de la carne, el trabajo y los ingresos de cada eslabón de nuestro sector, es la única manera de asegurar nuestra soberanía alimentaria”
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