La American Sheep Industry Association ha asegurado que no va a seguir con más acciones legales costosas para imponer aranceles a la carne de cordero australiana y neozelandesa que ingresa a Estados Unidos. Las medidas estaban siendo tomadas ya que se mostraron preocupados por el hecho de que al país llegara carne más barata diezmando la producción estadounidense.

De acuerdo con la asociación, sus asesores legales les han desaconsejado seguir avanzando en este contencioso ya que una victoria sería "un alivio mínimo" frente a los costes legales que implicaría.

Pese a esto, la organización empresarial seguirá vigilando lo que consideran como un desagravio para los productores estadounidenses.

Por su parte, el ministro de Comercio y Agricultura de Nueva Zelanda, Todd McClay, dijo que estaba satisfecho con el resultado. "Nos tomamos muy en serio nuestras obligaciones comerciales. Nuestros exportadores respetan sus normas y las viven al pie de la letra. Pero supongo que uno de los desafíos es que los productores de carne de oveja de EE. UU. han dicho que están perdiendo participación de mercado. Esto se debe a que la demanda de cordero de alta calidad en el mercado de EE. UU. está creciendo muy, muy rápidamente, y simplemente no pueden satisfacer esa demanda de consumo extra. Los neozelandeses están en una posición bastante buena para hacerlo".

Otro grupo de presión, R-CALF USA ha pedido ya al gobierno de EE.UU. que introduzca aranceles más altos sobre la carne de oveja importada de Australia y Nueva Zelanda.