El Grupo Vall Companys acaba de reunir a un grupo de prensa especializada en el ámbito ganadero y cárnico para mostrar la Granja 5.0. Esta consiste en una granja piloto que cuenta con todos los avances en materia de automatización, digitalización y aplicación de inteligencia artificial para mejorar la eficiencia productiva, la sostenibilidad en sus tres vertientes y fomentar el bienestar animal.

En definitiva es un banco de pruebas para mejorar la crianza porcina que le permite recabar datos e información sobre aspectos tan variados como el análisis veterinario, nutrición animal y control ambiental, a través del big data y de la inteligencia artificial. Toda la información es subida a una plataforma del grupo, Vall Smart Farm. Son analizados por los expertos del grupo y tratan de escalarse a sus granjas integradas, buscando mejorar la operatividad de la producción porcina.
El encargado de llevar a cabo la presentación fue el responsable de marketing de la compañía, Jordi Montaña, quien además de ofrecer una presenación con la historia del grupo empresarial y sus principales datos económicos, explicó algunos de los proyectos que la compañía está desarrollando.

Uno de ellos es el Neutralpork que busca diseñar piensos que dejen una menor huella ambiental y para ello han reducido en un 20% la soja, lo que les permite reducir también el CO2 en más de un 25% al tiempo que se reduce el purín puesto que también baja el consumo de agua por animal, cerca de 25 litros menos por cerdo.

Otro de los proyectos, que explicó Joaquín Terés, director de sistemas industriales del Grupo Vall Companys, es el Welfare+ que ha permitido incrementar el bienestar animal en toda la ganadería porcina del grupo. Para ello se han utilizado sistemas de refrigeración tipo coolings reduciendo el estrés térmico. Además de ha colocado paja en los corrales de los animales, mejorando su actividad exploratoria de los cerdos y la interacción entre ellos. El pienso fibroso también permitió reducir los problemas digestivos.
Una de las partes de la presentación, desarrollada en la Granja 5.0 situada en Alcarrás (Lleida) fue la aplicación de inteligencia artificial en la ganadería. Para ello, uno de los procesos utiliza la visión artificial para medir el peso de los cerdos durante la crianza. Se trata de una tecnología de origen israelí que se ha aplicado a esta actividad permitiendo determinar si hay una alimentación y una hidratación óptima; y ver, hasta qué punto se pueden detectar enfermedades en estadios previos.
 

Otro de los proyectos aplica la IA para aprender y diferenciar el tipo de ronquido y ruido que hacen los animales y saber si es una posible tos. De esta forma se pueden detectar enfermedades en estados previos y tratar mejor a los cerdos.

Para finalizar, Montaña explicó a la prensa la actividad de una de las spin off creadas por el grupo, Nealia, con la que se traslada todo el know how del grupo en materia de aplicación de la digitalización al ámbito de la ganadería y a otros eslabones de la cadena cárnica, incluyendo la distribución.