Un grupo de organizaciones ganadero-cárnicas rusas, incluyendo la Unión Rusa de Productores de Carne de Cerdo, pidió al gobierno ruso que excluya al sector agroganadero de la lista de sectores industriales obligados a informar sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero.

El Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia pretende obligar a los mayores agricultores a calcular las emisiones de gases de efecto invernadero. Deben enviar los datos a una base de datos estatal. Se cree que esta medida es el primer paso hacia la introducción del precio del carbono. Se trata de un impuesto por las emisiones de gases de efecto invernadero que entrará en vigor en 2028.

Los ganaderos insisten en que las reglas propuestas son irrazonables, redundantes y duplicativas y, además, “inútiles desde una perspectiva regulatoria del carbono”.

El llamamiento se tendrá en cuenta a la hora de redactar el proyecto de resolución, señaló Iliá Torosov, viceministro de Desarrollo Económico. Torosov no ha revelado la lista de industrias que estarán sujetas al precio del carbono. Señaló que está previsto que se determine cuando se desarrolle el concepto de precio básico.