En 2023, el 5 % de la población holandesa aseguró que eliminaría la carne de su comida principal debido al fuerte aumento de los precios. Sin embargo, las principales razones para reducir o eliminar la carne siguen siendo las preocupaciones por el clima, el bienestar animal y la salud, según cifras de la Oficina Central de Estadísticas (CBS) de Países Bajos.

En 2020, el porcentaje que redujo la carne por precio fue solo del 2 %. También aumentó del 2 al 5 % el porcentaje de los que comen menos carne, entre otras cosas porque les resulta demasiado cara. El efecto de la inflación es mayor en el consumo de pollo y ternera que en el de cerdo. La Universidad de Wageningen lo demostró el otoño pasado en el Memorando sobre la carne.

La encuesta de salud de la CBS/Lifestyle Monitor 2023, elaborada en colaboración con el RIVM y el Centro de Nutrición, muestra también que el número de comen carne y el número de personas que evitan la carne en su conjunto apenas ha cambiado desde 2020. Estos últimos suelen ser mujeres jóvenes con alto nivel educativo. El 5 % de los holandeses no comerá carne en absoluto en 2023: el 2 % no come carne pero sí pescado (los pescatarianos), el 2 % no come carne ni pescado (los vegetarianos) y el 0,5 % come una dieta completamente basada en plantas (los veganos).

La gran mayoría de los holandeses come carne, pero no todos los días: el 22 % de los holandeses come carne, pero al menos tres días a la semana una comida principal sin carne ni pescado (los flexitarianos). El 43 % come una comida principal vegetariana uno o dos días a la semana. De las siete comidas principales de la semana, los holandeses indican que, de media, 1,8 son vegetarianas. De media, la carne se consume en 4,4 comidas principales y el pescado en 0,8. Esto significa que el 25 % de todas las comidas principales consumidas en 2023 fueron vegetarianas, el 63 % contenía carne y el 12 %.