Con motivo de la presentación de la Semana Nacional Sin Carne ni Lácteos en Países Bajos (Week Zonder Vlees por su nombre en neerlandés), los organizadores aseguran que el 63% de la población no espera estas fechas "con ansias" para reducir el consumo de este producto. Por otro lado, en Alemania, donde también tiene lugar esta campaña, no se están uniendo suficientes empresas a este objetivo por lo que la fundación ha cambiado el nombre de la acción promocional a "Semana con poca carne y lácteos". 

"A dos de cada cinco (42%) la discusión sobre el consumo de carne les irrita, e incluso 3 de cada 5 (63%) piensan que acaban pareciendo la 'policía de la carne' que les dice lo que se puede y no se puede comer". asegura la fundaciíon basándose en su propia muestra.

"El tema de comer menos carne se está polarizando y se está convirtiendo en un debate cada vez más acalorado", afirma la fundadora de la campaña, Isabel Boerdam. “Esta 'agresión a la carne' en Europa está creciendo notablemente. Como resultado, los grandes partidos ya no se atreven a comprometerse con este tema. Esto obstaculiza el progreso tan necesario. Necesitamos empezar a hablar de nuevo, porque el clima no esperará”.

La organización detrás de la semana de campaña lo ve con consternación. “Nos damos cuenta de que, por un lado, los grandes partidos evitan el tema y, por otro, partidarios y opositores se atrincheran más y ya no se escuchan unos a otros. Por eso no avanzamos juntos”, concluye Boerdam. "El punto de inflexión tan esperado parece más lejano que nunca".

A Boerdam le resulta difícil hacer despegar la campaña en Alemania. La Fundación Semana Sin Carne, posible gracias a una subvención de la Unión Europea, está implementando actualmente la campaña en Europa. Por ejemplo, Dinamarca y Alemania están en la agenda para septiembre y octubre de este año.

Boerdam observa allí que las partes interesadas prefieren evitar o eludir el tema. “Si queremos que los partidos en Alemania se unan, probablemente deberíamos optar por 'Eine Woche Weniger Fleisch', "Semana con poca carne y lácteos". Estoy abierta a esto para acercarme más unos a otros, pero desde una perspectiva de comunicación y cambio de comportamiento creo que es una pena. Hace que el mensaje sea menos claro, aunque debería ser muy claro: tenemos que cambiar nuestra dieta. El clima no espera”.