A lo largo de 2023, el valor de la exportación de los fabricantes alemanes de maquinaria para el procesado y el envasado alimentario alcanzaron un incremento del 8,6% hasta los 9.850 millones de euros. La entidad encargada de recopilar estos datos, la VDMA, cifró el comercio mundial de estos productos en 52.000 millones de euros.

Las exportaciones suponen el 76% del total facturado por el sector de maquinaria alemana de fabricación de alimentos y envasado y tiene un nivel de actividad superior a la media en los mercados extranjeros. "Por un lado, nos beneficiamos del continuo alto nivel de inversión en tecnologías de producción y envasado automatizadas, eficientes y sostenibles en los países industrializados y, por otro, del impulso del crecimiento en los países populosos", afirma Beatrix Fraese, experta económica de la Asociación de Maquinaria de Procesado y Envasado de Alimentos VDMA. El año pasado, el 53 % se destinaron a países no europeos, con especial atención a Asia y Norteamérica.

En muchas economías emergentes, incluidos los populosos países de India, Indonesia, México, Brasil y Nigeria, por ejemplo, las industrias de alimentación y bebidas son los sectores industriales más fuertes. Al invertir en tecnología de procesado y envasado higiénico, estos países, a menudo ricos en recursos, están aumentando la creación de valor local y la autosuficiencia en alimentos y bebidas seguros y de larga vida. Cada vez dejan más de exportar materias primas puras para exportar sus propios productos en la región y, en algunos casos, en todo el mundo. "El potencial dista mucho de haberse agotado y seguirá garantizando una fuerte demanda de maquinaria", opina Beatrix Fraese.

La industria de alimentación y bebidas es también el mayor sector industrial en muchos países industrializados como EE.UU. En un contexto de falta de mano de obra cualificada, el sector sigue invirtiendo en procesos automatizados, eficientes y estables. Esto hace que las importaciones de maquinaria no dejen de alcanzar nuevos récords. Desde hace muchos años, los fabricantes alemanes son el socio comercial más importante de EE.UU. en el segmento de maquinaria para el procesado y envasado de alimentos.

El mayor impulso en 2023 también procedió de EE.UU. Las entregas alemanas de maquinaria de procesado y envasado de alimentos a Estados Unidos aumentaron un 19% hasta los 1.700 millones de euros, lo que corresponde a un máximo histórico. EE.UU. encabeza desde hace años la lista de los 10 principales mercados de ventas. Le siguen de lejos Francia, China, Reino Unido, Polonia, Suiza, México, Países Bajos, India e Italia.

Desde una perspectiva regional, los fabricantes alemanes vendieron el 33% de las máquinas exportadas en países de la UE. Otro 14% se destinó a otros países europeos, el 19% a Norteamérica, el 17% a Asia, el 8% a Centroamérica/Sudamérica, el 4% a África, el 3% a Oriente Próximo/Medio y el 2% a Australia/Oceanía.

El comercio mundial de maquinaria alcanza un nivel récord en 2023
El comercio mundial de maquinaria -la suma de las exportaciones de unos 50 países industrializados- refleja la demanda mundial de maquinaria importada para el procesado y envasado de alimentos y lleva años creciendo de forma dinámica. En los últimos 10 años, el comercio mundial de maquinaria ha aumentado un 43%, pasando de 33.900 millones de euros en 2012 a 48.600 millones de euros en 2022, y los países de la UE representan un buen 60% del mismo.

Esto convierte a la industria europea de maquinaria alimentaria y maquinaria de envasado en el segmento de ingeniería mecánica de mayor éxito en Europa, con Alemania e Italia a la cabeza.

Según los datos disponibles hasta la fecha, el comercio mundial de maquinaria de procesamiento y envasado de alimentos aumentará a más de 52.000 millones de euros en 2023 a pesar de las difíciles condiciones, lo que corresponde a un aumento de alrededor del 7%.

"También vemos crecimiento para nuestra industria en 2024, ya que la demanda mundial de máquinas seguras y de alto rendimiento sigue siendo inmensa", explica Beatrix Fraese, señalando los motores de inversión más fuertes, a saber, la higiene y la seguridad alimentaria, la automatización y la mejora de la eficiencia, la conservación de los recursos y la sostenibilidad en la producción y el proceso de envasado.