Los brotes de peste porcina africana detectados en Vietnam a lo largo de este año 2024 han provocado el sacrificio de más de 42.000 cerdos, habiéndose registrado un gran incremento respecto a 2023. Esto ocurre incluso cuando el país está vacunando sus animales contra la enfermedad con dos vacuna sautorizadas.

Pese a esto la OMSA advirtió que son necesarios más ensayos con vacunas para evitar y combatir la enfermedad.

Los impactos económicos de la peste porcina africana son significativos y afectan no solo al sector agrícola sino también a los precios al consumidor. En junio de este año, los precios de los alimentos en Vietnam aumentaron un 3,23% en comparación con el mismo período de 2023, impulsado en parte por el aumento de los precios de la carne de cerdo debido a los brotes de enfermedades.

Esta situación pone de relieve la importancia constante de medidas preventivas sólidas y de cooperación internacional para controlar y mitigar los efectos de la peste porcina africana, que sigue planteando una amenaza importante para la seguridad alimentaria y la estabilidad económica mundial.

Por otro lado, Tailandia informa de su primer brote de peste porcina africana del año. El brote se produjo en una granja con 70 cerdos en Chiang Mai. Comenzó el 5 de junio en la aldea de Luang Nuea, distrito de Doi Saket, provincia de Chiang Mai. Se informó a WAHIS (Sistema Mundial de Información Sanitaria Animal) el 10 de julio. De los 70 cerdos del pueblo, tres enfermaron y uno murió. Se sacrificaron un total de 69 cerdos. Es el primer brote reportado desde septiembre de 2023. 

Se cree que la fuente de la infección son los desechos de alimentos y los fómites (objetos o sustancias que pueden albergar y transmitir patógenos). Una posibilidad es que los restos de comida que se les daba a los cerdos no se calentaran adecuadamente debido al gran tamaño del recipiente en el que se almacenaban. La proximidad de un sitio de recolección de desechos a la granja y la presencia de perros callejeros, combinadas con cercas débiles e inadecuadas, pueden haber permitido que los perros introdujeran el virus en la granja.