Esta fábrica, situada en las cercanías de Madrid, produce alrededor de 200.000 jamones al año, destinados fundamentalmente al mercado español.

Abraham ve buenas perspectivas de venta para el jamón serrano e ibérico en Alemania. Tras introducir el jamón serrano, la empresa pretende seguir con el ibérico, tanto en modalidad precortada y envasada, como para servir en el mostrador de charcutería.

Su largo proceso de curación lo convierte inevitablemente en un producto muy caro en los mercados internacionales. Según datos aportados por Abraham, un paquete de 50 gramos cuesta, como mínimo, unos 3,49 euros; y servido en el mostrador, el kilo de ibérico está entre 65 y 89 euros. Así, Abraham examinará en colaboración con determinados socios comerciales, si el consumidor alemán acoge bien el producto. Un obstáculo para su venta podría ser el porcentaje de grasa de este alimento. Para ello, el jamón destinado al mercado alemán será sometido a un proceso de corte para reducir dicha grasa.