- España Anice reclama al MAPA una Estrategia
Nacional de Alimentación "más ambiciosa"
Para fortalecer la defensa de la cadena de producción de proteína
animal
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La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de
España (Anice) ha remitido al
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
(MAPA) un documento en el que se recogen las
aportaciones de la industria
cárnica a la propuesta de Estrategia Nacional de
Alimentación (ENA) anunciada en julio de 2024.
"La redacción de este documento estratégico se produce en un
momento de especial dificultad e incertidumbre de
los sectores económicos por la situación geopolítica actual y la
presión normativa en todos los ámbitos y a todos los niveles,
incluyendo el contexto europeo y nacional", señalan desde esta
asociación. "Sin embargo, la ENA, llamada a contrarrestar el
entorno negativo y a consolidarse como una llave maestra para
ayudar a fijar el desarrollo y la planificación del sector
alimentario en nuestro país en los próximos años, muestra especial
laxitud en aspectos nucleares".
Desde Anice se aplaude que el
documento no amenace con nuevas regulaciones, no
obstante, la Asociación echa en falta una concreción en los
objetivos y líneas de actuación. Entre otras, medidas de
estímulo fiscal para incentivar el desarrollo económico del sector,
iniciativas de apoyo a la internacionalización y estrategias
concretas para aminorar la presión regulatoria existente que
amenazan el liderazgo ostentado por el sector agroalimentario
español en el escenario internacional, sin tener en cuenta su
enorme contribución al desarrollo económico de nuestro
país.
"El sector demanda un apartado específico sobre este aspecto
que incluya el desarrollo de medidas para la mejora de la
estrategia de internacionalización de las empresas
cárnicas españolas en los mercados exteriores, dado que aún hay
margen para continuar consolidándonos y mejorar nuestra
presencia", aseguran desde Anice.
Un sector
estratégico
Para la asociación, la ENA debe abordar una vez más, también, la
consideración del sector agroalimentario (incluido el
cárnico) como estratégico, con un posicionamiento expreso
del consejo de ministros que articule una amplia batería de medidas
de estímulos y fiscales que incentiven la inversión, el desarrollo
económico, el empleo y el consumo. "También se echa en falta
un enfoque integral de toda la cadena de valor para corregir
disfunciones generadas en la cadena de suministro y una visión
amplia de mejora de su eficiencia", recalcan.
En relación al desperdicio
alimentario "sería clave una batería de medidas
de apoyo a la I+D para aumentar la conservación de los alimentos,
incidir en la concienciación de los consumidores, mejorar la
definición de vida útil, regular la gestión de los excedentes en la
distribución y en la hostelería y fomentar el reciclaje de
alimentos no comestibles, entre otras".
En el apartado dedicado al Impacto Ambiental y Cambio
Climático del epígrafe Desafíos y Oportunidades del sector
agroalimentario que se enmarca en la ENA, "se describe
erróneamente al sector como responsable de una parte considerable
de las emisiones de gases efecto invernadero".
"El sector está volcado en hacer frente a los retos
ambientales con inversiones en mejores prácticas de preservación
ambiental y mitigación de los efectos del cambio climático y
optimizando el uso de recursos como el agua". Por esta razón,
desde ANICE se pide "abandonar de una vez por
todas, axiomas demasiado recurrentes y simplistas
como que la producción de alimentos, sobre todo de origen animal,
sea la culpable de todos los males del planeta. Es más importante
profundizar en medidas que aceleren una transición verde, que en
imponer regulaciones que están provocando el abandono de las
producciones".
“Son afirmaciones que no corresponden con la realidad y parecen
fruto de la ola de demonización del sector ganadero-cárnico
promovida por sectores interesados”, ha enfatizado el director de
la Asociación, Giuseppe Aloisio.
Reducción de
emisiones
El avance del Inventario de Emisiones de Gases Efecto Invernadero
(GEI), elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y
el Reto Demográfico (MITERD) correspondiente al año 2023, muestra
que el 75,4 % de las emisiones GEI están producidas por el sector
del transporte (32,6 %), la industria (18,1 %), la producción de
electricidad y refino (14,01 %) y el consumo de combustible (10,7
%), mientras que la contribución de la ganadería a las emisiones
totales GEI (9,8 %) es muy inferior a la de estos sectores,
habiendo logrado además una reducción del 3,1 % con respecto al año
2022.
Estas cifras, llevan a Anice a proponer un cambio de foco
en las prioridades de reducción de emisiones, solicitando
no cargar todo el peso en la cadena ganadero-cárnica, y mirar hacia
otros sectores productivos, que en conjunto generan prácticamente
ocho veces más emisiones que el sector ganadero-cárnico, llamado,
por otra parte, a una función tan vital como la de alimentar a la
población española y a la de más de 120 países de todo el
mundo.
Desde la Asociación se considera "muy desafortunado y
grave que estas afirmaciones aparezcan en un documento
público del Ministerio de Agricultura que está llamado a
defender precisamente la supervivencia de la cadena de producción
de la proteína animal".
Promoción
“En el apartado de promoción consideramos que, teniendo en cuenta
el peso del sector cárnico en la oferta agroalimentaria española,
sus productos están escasamente representado en las acciones de
promoción institucional.
Por otro lado, acusamos la ausencia de acciones y palancas que
mejoren la reputación de la industria alimentaria y sus productos,
poniéndolos en contexto frente a las informaciones
alarmistas sin base científica (fake news y fast news)”, y
propuestas que protejan a las denominaciones cárnicas y al
consumidor, llamando a #CadaCosaPorSuNombre”, manifiestan
desde ANICE.
En este contexto, el sector reclama un mayor rigor
científico en el diseño de las políticas de sostenibilidad y
nutrición, para poner fin a la visión sesgada e
ideologizada del sistema alimentario español, a través del
desarrollo de políticas alimentarias que tengan en cuenta la
frecuencia de consumo de carne en las diferentes etapas de la vida,
junto con hábitos de vida saludables y el estado de salud de la
población, sin obviar la estratificación social de la población
ordenada en base a sus ingresos.
"La ENA debe establecer directrices para favorecer el acceso
universal a los alimentos y defender la soberanía alimentaria,
aminorando la actual hiperregulación que hoy está amenazando el
conjunto de la cadena ganadero-cárnica".
En el seno de la ENA, Anice demanda una coordinación
regulatoria real y eficaz entre el Estado y las CCAA, y
entre España y Bruselas, la creación por parte del MAPA de una
Unidad de evaluación formada por expertos que reflexionen sobre el
futuro del sector para la próxima década y un mecanismo
administrativo coordinado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación para que las decisiones que afecten al modelo
alimentario nacional se hagan con visión holística y ordenada.
En el apartado de formación e
innovación, la Asociación ha recogido la necesidad
de desarrollar un gran pacto que preste mucha más atención al
diseño de los planes de I+D+i.
En definitica, Anice reclama "una ENA más
ambiciosa que desarrolle propuestas e iniciativas
concretas para el sector, ajustadas a su realidad y teniendo en
cuenta el peso que la ganadería y la industria cárnica ostentan en
nuestro país y en el imaginario de la Marca España".
Estas propuestas se consideran un desarrollo del documento “60
medidas para el futuro del sector cárnico” elaborado por ANICE y
entregado en el mes de febrero al Ministro Luis Planas, como
primera aportación del sector cárnico a la ENA.