El Gobierno de Estados Unidos ha aprobado la nueva Ley Unificadora de Alimentación, que tiene como fin unificar las 200 leyes estatales que rigen la seguridad alimenticia. Con esta medida se pretende implementar normas nacionales uniformes en áreas como los contenidos de plomo y arsénico, seguridad en alimentos como la leche y el marisco, y en materia relativa a los colorantes y aditivos.

La National Uniformity for Food Act provee una serie de normas sobre seguridad alimenticia y advertencias sobre seguridad alimenticia a nivel nacional. Esta ley enmienda el Federal Food, Drug and Cosmetic Act para crear un sistema nacional uniforme que reconoce el papel de los Estados y de los gobiernos locales en la regulación de productos alimenticios, pero además los integra en el sistema nacional.

Bajo el sistema previo a la aprobación de esta nueva ley, la regulación de alimentos se componía de una variedad de requisitos diferentes, a veces inconsistentes, cuyas diferencias quedarían ahora supuestamente armonizadas. Los Estados que lo deseen podrán recurrir ante la Food and Drug Administration mantener sus actuales normas.

La uniformidad pretende alcanzarse, pues, mediante el mecanismo de revisión de las regulaciones estatales que así lo requieran.