Cargill confirmó que reducirá su fuerza laboral global en
aproximadamente un 5%. En un comunicado, la empresa de producción
de alimentos dijo que los recortes eran parte de una estrategia a
largo plazo. Un informe anual de 2024 de la empresa señaló que
tenía más de 160.000 empleados en todo el mundo, lo que significa
que los últimos recortes de empleo afectarían a unos 8.000
trabajadores. Opera en 70 países y vende a 125 mercados, lo que
supone unos ingresos anuales de unos 160.000 millones de dólares,
frente a los 177.000 millones de dólares del año anterior.
El anuncio de despidos de esta semana llega mientras gran parte de
la industria agroganadera sigue enfrentándose a la caída de los
precios de los productos básicos que comercializa, con los costos
de cualquier cualquier producto, desde el trigo hasta el aceite
vegetal, bajando de los aumentos récord observados durante la
pandemia de COVID-19 y los conflictos globales como la guerra de
Rusia en Ucrania. Si bien los precios de venta al público siguen
siendo más altos que hace solo unos años, ese cambio ha agregado
presiones sobre los gigantes de la alimentación como Cargill.
“A medida que el mundo que nos rodea cambia, nos comprometemos a
transformarnos aún más rápido para satisfacer las necesidades de
nuestros clientes y cumplir con nuestro propósito de nutrir al
mundo”, afirmó Cargill. La empresa agregó que las reducciones de su
fuerza laboral son el resultado de una “decisión difícil (que) no
se tomó a la ligera”.
Según un memorando interno consultado por Bloomberg, que informó
por primera vez sobre los despidos de Cargill el lunes, el director
ejecutivo Brian Sikes dijo a los empleados que la mayoría de estas
reducciones se llevarán a cabo este año. Los recortes de empleo no
afectarán al equipo ejecutivo de Cargill, pero que se incluirá a
otros responsables de alto nivel.