Por el contrario, la Eurocámara rechazó las enmiendas de populares y socialistas españoles para que la UE asuma el coste total de las pérdidas en el sector y no sólo la mitad, como plantea Bruselas.

También se prevén medidas de compensación por las restricciones impuestas al movimiento de animales cuando se detecta un foco de gripe en el territorio comunitario. Ello permitirá adoptar medidas excepcionales de apoyo al mercado a petición de los Estados miembros, debido a las graves alteraciones del mercado provocado por la pérdida de confianza de los consumidores por los riesgos para la salud pública o animal.

La propia Fischer Boel había adelantado en el consejo de Ministros de Agricultura del pasado lunes 20 de marzo, y posteriormente en la comisión correspondiente del Parlamento Europeo (PE), esta iniciativa que se aprobó mediante procedimiento acelerado en el colegio de comisarios.

Ahora, una vez recibida la luz verde de la Eurocámara, deberán aprobarla definitivamente los Veinticinco en el Consejo de Agricultura previsto para el 25 de abril en Luxemburgo. Los ministros esperan llegar a un acuerdo en esta fecha, por lo que la nueva reglamentación podría entrar en vigor a mediados de mayo.

Según la Comisión, no se trata de medidas específicas, sino de modificar una base legal ya existente para que los Estados miembros puedan presentar propuestas solicitando financiación comunitaria. Tampoco hay un presupuesto concreto y las ayudas dependerán de las peticiones que hagan los países.

El sector del pollo tiene asignados 100 millones de euros anuales en el marco de la Política Agrícola Común (PAC), cantidad que ya se ha gastado este año en ayudas a la exportación, por lo que la futura financiación europea se hará con cargo a otro capítulo de la PAC.