La planta de sacrificio de Danish Crown en la localidad alemana de Essen no será vendida finalmente. En los últimos meses, en el sector circulan persistentemente rumores sobre una posible venta y ahora, a través de un comunicado, la empresa se ha comprometido con el lugar de sacrificio.

Después de examinar varias opciones y analizar distintos escenarios, Danish Crown se concentra ahora en hacer del matadero de Essen un negocio rentable. En el último ejercicio, el matadero sufrió unas pérdidas de alrededor de 25 millones de euros, pero el rendimiento operativo ha mejorado significativamente desde el inicio del nuevo ejercicio el 1 de octubre. "Ahora queremos aprovechar esto con medidas concretas que puedan aumentar los rendimientos", asegura la compañía.

Según la evaluación de la empresa, el acceso a las materias primas podría convertirse en los próximos años en un factor competitivo decisivo. Por lo tanto, tiene mucho sentido tener un matadero propio en Alemania, sobre todo porque Danish Crown también tiene varias plantas de procesamiento a las que es necesario abastecer continuamente de materias primas.

El matadero de Essen emplea a 1.400 personas y tiene una capacidad de 72.000 cerdos por semana en una superficie de 45.000 metros cuadrados. "El año pasado, sin embargo, trabajamos temporalmente solo en turnos individuales y, por lo tanto, redujimos significativamente el sacrificio. Danish Crown también opera tres plantas de procesamiento en un radio de 100 kilómetros de Essen", señala la compañía danesa.

Especialmente después de la retirada total de Vion de Alemania, la apuesta de Danish Crown por la sede en Essen puede ser relevante.