Celebrada la primera sesión el pasado viernes en la lonja de la Mesa del Lechazo de Castilla y León se confirma que la carne de ovino sufre la habitual bajada de cotización tras las fiestas de Navidad, que constituyen su temporada alta, como recoge Asaja Castilla y León en su página web. 

Así, analizan que "tras alcanzar en la mesa picos de cotización en diciembre (6,85 euros/kilo el lechazo IGP, cuarenta céntimos más que en las dos campañas precedentes), han bajado 1,30 euros/kilo las categorías IGP y Tierra de Sabor, mientras el descenso alcanza los 1,70 euros/kilo en los lechazos de hasta doce kilos sin marchamo de calidad".

En cuanto a su evolución, adelantan que "el precedente más inmediato (primeros de 2024 y 2023) muestra que el ovino de carne bajó dos peldaños de manera consecutiva tras las navidades, pero la actual escasez de oferta puede motivar que, en esta ocasión, estos nuevos precios se consideren ya el suelo para lo que resta de temporada invernal, antes del habitual repunte en torno a la Semana Santa, que este 2025 llegará tardía".

En el bovino para sacrificio, en cambio, la escasez de oferta sigue tirando del precio de unas tablillas que los ganaderos de la lonja salmantina consideran desfasadas con respecto a otras plazas. Por eso, pese al normal descenso de consumo tras las fiestas navideñas, las terneras y los añojos con destino al matadero subieron cuatro céntimos por kilo y encadenan una semana más de ascenso.