- Empresas Monte Nevado propone un 'Maridaje
Inesperado' combinando distintos panes con jamones
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Monte Nevado celebró una edición más de su
Maridaje Inesperado. Esta propuesta ha reimaginado
por completo la aparentemente clásica combinación de jamón
y pan. Una cata a ciegas guiada por el reconocido
periodista y crítico gastronómico Jonatan
Armengol, quien ha sabido transformar el concepto clásico
de maridaje en un apasionante juego multisensorial.
En el espacio El Privado, bajo la experta guía de Armengol y
Chema de la Fuente, responsable de comunicación de
Monte Nevado, el disfrute del jamón alcanza nuevas
dimensiones al combinarse con panes artesanales escogidos
especialmente para la ocasión y una selección de vinos
naranjas que aportan complejidad a cada bocado. Estos panes,
elaborados con masa madre y sometidos a largas fermentaciones por
el reputado maestro panadero Paco Fernández en su obrador Viena La
Baguette, complementan perfectamente cada variedad de jamón. Desde
el Jamón Ibérico 100% Bellota, pasando por el exclusivo Jamón
Mangalica, hasta el clásico Serrano 24 meses, cada corte se marida
con panes excepcionales que realzan el producto, reflejando así el
sello inconfundible de Monte Nevado.
Sorprendiendo con la textura untuosa y delicada de la grasa del
Jamón Ibérico 100% Bellota en contraste con la firmeza del
pan de centeno comienza esta experiencia sensorial.
Un deleite que, junto al delicado vino La Viña de Ayer, despierta
el paladar y activa todos los sentidos, invitando a explorar nuevas
sensaciones. Un fino loncheado del mismo jamón, envuelto en un
crujiente grissini, ofreció una textura ligera y aireada que
equilibró la riqueza del producto, mientras el vino naranja El
Grifo OW amplificó su sabor. El preámbulo de un viaje prometedor
que transforma por completo la percepción del maridaje de jamón y
pan.
El recorrido de sabores sigue con una pieza de Jamón
Serrano 24, curado durante 24 meses con la dedicación y el
esmero que definen a Monte Nevado. Este jamón, de aroma y textura
excepcionales, se acompañó de una cuidada selección de
panes que destacaron por su singularidad. El pan candeal,
con su esponjosidad delicada y el pan payés, de origen catalán, con
un sabor profundo y una miga tierna y alveolada, capaz de evocar a
la memoria y el recuerdo del mejor los bocados en nuestra infancia.
Además de una Torta de aceite con hierbas provenzales, un giro
fresco al paladar, llevando a los comensales a la serenidad del
campo. El vino Ánima Mundi, realzan las notas de umami y cereal
presentes en el jamón con su frescura y sutileza para completar
este primer pase de manera impecable.
La segunda propuesta fue el Jamón Mangalica, una
pieza única de una raza autóctona húngara, recuperada por Monte
Nevado, con matices en boca inconfundibles. Este jamón casa a la
perfección con pan de pasas y chapata de naranja en su
propio almíbar y jengibre, cuyas notas dulces realzan, sin
opacar, la sofisticación y elegancia del Mangalica. Acompañado de
un vino Pureza 2023, elaborado con Moscatel de Alejandría, un vino
blanco con alma de tinto que aporta cuerpo y estructura,
completando cada bocado con una profundidad incomparable.
La revolución sensorial en el paladar llega con el Jamón de
Bellota 100% Ibérico de la edición limitada de la añada
2020, la verdadera joya de la cita. Criado en libertad en
las dehesas y alimentado con bellotas y hierba fresca, este jamón
cautivó por su complejidad de sabores, que evocaban frutos secos y
delicadas notas herbales, reflejo de su hábitat natural. Para
acompañarlo, panes excepcionales, como una torta con
pimentón, pan de cerveza rubia y pan de cacao negro,
propuestas disruptivas que no solo casan, sino que evocan
nuevos sabores. Todo ello armonizado por el vino Pell a Pell
Pardas, un orange wine que aporta ligereza y un final ligeramente
amargo que equilibra la riqueza de esta variedad de jamón.
Para concluir esta experiencia sin igual, una torta blanca rompió
con todos los esquemas, devolviendo al maridaje una sensación más
familiar pero igualmente sorprendente, cerrando el ciclo con una
explosión de matices y dejando una huella imborrable en el paladar.