- Internacional La propagación cambiante de enfermedades amenaza
la seguridad alimentaria, el
comercio y los ecosistemas
Así se señala en el Primer informe mundial sobre la sanidad animal
de la OMSA
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Las enfermedades infecciosas animales están
afectando a nuevas zonas y especies, poniendo en riesgo la
seguridad alimentaria mundial, la salud humana y la
biodiversidad, según el primer Informe sobre el Estado
de la sanidad animal en el mundo, publicado por la
Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Esta evaluación anual, pionera en su tipo, ofrece una revisión
exhaustiva de las tendencias, riesgos y desafíos relacionados con
las enfermedades animales, desde el acceso y disponibilidad de
vacunas hasta el uso de antibióticos. Publicado con motivo de la
92.ª Sesión General de la OMSA y su Foro sobre Sanidad Animal, en
donde expertos debatirán sobre vacunación e innovación en la
prevención de enfermedades, el informe sienta las bases para un
diálogo de alto nivel sobre cómo las estrategias
vacunales basadas en la ciencia y las tecnologías
emergentes pueden contribuir a abordar las amenazas actuales y
futuras mediante un enfoque de “Una sola Salud”.
Entre sus hallazgos, el informe revela que el número de
brotes de gripe aviar en mamíferos aumentó más del doble en
2024, alcanzando 1 022 brotes en 55 países, frente a 459
en 2023.
Los autores destacan que, si bien el riesgo de infección humana
sigue siendo bajo, cuantos más mamíferos como bovinos, gatos o
perros se infectan, mayor es la probabilidad de que el virus se
adapte a la transmisión entre mamíferos e incluso
a los humanos.
“La propagación, prevalencia e impacto de las enfermedades
animales infecciosas están cambiando, lo que plantea
nuevos desafíos para la agricultura, la seguridad alimentaria, la
salud humana, el desarrollo y los ecosistemas naturales”, declaró
la Dra. Emmanuelle Soubeyran, Directora General de la OMSA.
La gripe aviar, o influenza aviar de alta
patogenicidad (IAAP), que ha provocado el sacrificio o pérdida de
más de 630 millones de aves en las últimas dos décadas, fue una de
las varias enfermedades animales que afectaron nuevas regiones en
2024.
La peste de los pequeños rumiantes (PPR), que
tradicionalmente afecta a ovejas y cabras en países en desarrollo,
reapareció en Europa, mientras que la peste porcina africana (PPA)
llegó a Sri Lanka, a más de 1 800 km del brote más cercano, según
el informe.
Casi la mitad de las enfermedades incluidas en la lista de la OMSA
y notificadas entre 2005 y 2023 se consideran una
amenaza para la salud humana, con potencial
zoonótico.
El informe cita el cambio climático y el aumento del
comercio como factores que influyen en la propagación y
prevalencia de enfermedades animales. Muchas de estas enfermedades
pueden prevenirse mediante una combinación de vacunación, mejoras
en la higiene y medidas de bioseguridad, pero el acceso a vacunas
sigue siendo desigual a nivel mundial.
“Junto con otras medidas, la vacunación sigue
siendo una de las herramientas más eficaces para prevenir
enfermedades, salvar innumerables vidas, evitar pérdidas económicas
y reducir la necesidad de tratamientos antimicrobianos”, añadió la
Dra. Soubeyran. “Para limitar la propagación de enfermedades
altamente dañinas como la gripe aviar, la fiebre aftosa y la PPR,
la comunidad internacional debe reforzar la cooperación y
garantizar un acceso equitativo a vacunas seguras y eficaces, junto
con otras medidas de control.”
Desde 2006, la OMSA apoya el acceso a vacunas a través de sus
bancos de vacunas. Actualmente gestiona dos: uno para la rabia y
otro para la PPR. En mayo de 2025, el Banco de Vacunas contra la
Rabia de la OMSA había entregado casi 30 millones de dosis para
perros a países de África y Asia. Sin embargo, los avances hacia la
eliminación de la rabia se han estancado: el porcentaje de países
que reportan aplicar medidas de control pasó del 85 % al 62 %.
El informe también subraya la importancia de la
prevención para reducir el uso de
antibióticos y frenar el desarrollo de resistencia a los
medicamentos.
De aquí a 2050, se prevé que la resistencia a los
antimicrobianos cause pérdidas de ganado que pondrán en
peligro la seguridad alimentaria de dos mil millones de personas y
generen pérdidas económicas de hasta 100 billones de dólares
estadounidenses, si no se toman medidas urgentes.
Los datos más recientes indican que el uso de
antimicrobianos, incluidos antibióticos, en
animales disminuyó un 5 % entre 2020 y 2022, siendo Europa la
región con mayor descenso (23 %), seguida por África (20 %). Sin
embargo, uno de cada cinco países sigue utilizando antimicrobianos
como promotores del crecimiento, una práctica desaconsejada por la
OMSA.
“El uso indiscriminado de antimicrobianos contribuye a la
resistencia, una amenaza grave tanto para la salud
animal como para la humana”, afirmó el Dr. Javier Yugueros-Marcos,
jefe del Departamento de Resistencia a los Antimicrobianos y
Productos Veterinarios de la OMSA.
“La reducción en el uso de antibióticos en casi
todas las regiones es alentadora, pero pueden lograrse reducciones
adicionales dando prioridad a las medidas preventivas, donde la
vacunación es un componente esencial.”
La OMSA hace un llamado a invertir en el fortalecimiento de
los Servicios Veterinarios nacionales, mejorar la
coordinación global y regional, y desarrollar sistemas eficaces de
vigilancia de enfermedades. Esto incluye herramientas de
diagnóstico avanzadas para diferenciar animales vacunados de los
infectados, lo que permite un seguimiento preciso y transparencia
comercial.