Antiguamente el proceso de curado estaba totalmente a merced de las inclemencias del tiempo. Este factor no era excesivamente problemático cuando las producciones eran bajas. El problema surgió al pasar de la fabricación artesanal a la industrial: la necesidad de aumentar la producción con el fin de abastecer a los mercados dificultó el control de la homogeneidad del producto curado. Fue entonces cuando en Refrica decidieron centrar sus esfuerzos en ofrecer a sus clientes la tranquilidad de no depender de las constantes variaciones meteorológicas y así poder asegurar la capacidad de producción deseada y homogeneidad en y entre lotes de producto.
Las instalaciones pueden ser con equipos autónomos o centralizados, según las necesidades del cliente. Los refrigerantes utilizados son indirectos (propilenglicol) o directos (NH3) o freón (HFC).